Este viernes podría ser decisivo para A.R., una vecina de Winifreda, quien denunció públicamente que enfrenta una orden judicial de desalojo de la vivienda que alquila. La mujer, que vive junto a su hija de 24 años con discapacidad, expresó su desesperación por la situación y pidió al municipio soluciones concretas.
A.R. relató que desde hace un año reside en una precaria unidad habitacional, marcada por problemas de humedad y otras limitaciones. La situación se agravó tras el fallecimiento del propietario de la vivienda, ya que los herederos decidieron no renovar el contrato de arrendamiento, enviándole una orden de desalojo con fecha de ejecución para este viernes.
Además, la mujer admitió que, en un intento desesperado, trató de ingresar a una vivienda social, pero fue desalojada nuevamente. En sus declaraciones al Diario Textual, detalló que las condiciones de salud de su hija, quien sufre de problemas respiratorios crónicos y severas dificultades para desplazarse debido a una "columna averiada", hacen aún más urgente la búsqueda de una solución habitacional estable.
La postura del municipio
Desde la Municipalidad de Winifreda se pronunciaron sobre el caso, aclarando que A.R. es propietaria de una vivienda social desde 2006. Según informaron, esa casa fue acondicionada por el municipio para que pudiera habitarla con su hija, pero actualmente está ocupada por una expareja de la mujer.
“El problema es que ella no quiere habitar la vivienda que le pertenece. Le hemos pedido que solicite a su expareja que la desocupe, pero se niega. En su lugar, ha decidido vivir en una casa alquilada y, ahora, pretende que se le otorgue una nueva vivienda, cuando ya tiene una”, expresaron fuentes municipales, respaldando sus declaraciones con documentación oficial.
El municipio también aseguró haber brindado asistencia para que A.R. y su hija puedan regresar a la vivienda, sin obtener resultados. Según explicaron, la mujer decidió dejar la casa que se le adjudicó inicialmente para mudarse con su nueva pareja, dejando que su ex ocupara el lugar.
Un conflicto que expone desafíos sociales y habitacionales
El caso de A.R. refleja una problemática compleja que combina necesidades habitacionales urgentes, cuestiones legales y dilemas sociales. Mientras el municipio insiste en que ya existe una solución disponible para la mujer, ella alega que su situación actual, agravada por la salud de su hija, requiere medidas más inmediatas.
Este conflicto, que involucra tanto decisiones personales como responsabilidades institucionales, pone en el centro del debate la necesidad de soluciones habitacionales sostenibles y el compromiso de todas las partes para garantizar el bienestar de las personas más vulnerables.
Se espera que las próximas horas sean determinantes para el futuro de A.R. y su hija, en un caso que pone de manifiesto las tensiones que pueden surgir en torno a la vivienda y la asistencia social en la localidad.