La Secretaría de la Mujer, a cargo de Liliana Robledo, se constituyó por primera vez como querellante en un juicio por femicidio. Se trata del caso de Valeria Coggiola quien fue asesinada por su pareja Enzo Gauna, el 25 de junio de 2019 en General Pico.
En los días 28, 29 y 30 de abril se realizó la audiencia oral. La querella estuvo formada por las dos abogadas del equipo técnico de la Secretaría, Silvana Abraham y Flavia Rubín. La abogada Silvana Abraham fue quien estuvo en presente en Sala.
La Secretaría de la Mujer a través de la querella, adhirió a lo solicitado por la Fiscalía, que es la calificación legal de homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra la persona con la cual mantuvo una relación de pareja (Artículo 80, inciso 1 del Código Penal) y por haber sido cometido contra una mujer cuando el hecho haya sido perpetrado por un hombre y mediare violencia de género (Artículo 80, inciso 11 del código penal), es decir, lo que se considera #femicidio.
Desde la querella se consideró que, más allá de que Gauna haya asumido la responsabilidad, es el autor materialmente responsable del hecho ya que existe la suficiente certeza dados los testimonios y las pruebas. La querella adhirió en su totalidad a la pena solicitada por la Fiscalía que es la prisión perpetua.
El alegato de la querella giró en torno a que Valeria Coggiola sufría violencia de género en su modalidad psicológica, y que su asesinato en manos de Gauna no fue de ninguna manera un hecho repentino. En las pruebas, más precisamente en los mensajes de audio y texto que habían intercambiado en los días anteriores al femicidio, se pueden ver las amenazas previas.
La secretaria de la Mujer, Liliana Robledo, expresó: “Esta es la primera experiencia en la que nuestra Secretaría se constituye como querellante en un juicio por femicidio, por supuesto pretendemos la prisión perpetua para Enzo Gauna, como lo solicitó la Fiscalía. Sería la única manera de obtener justicia para la familia de Valeria”.
La sentencia se conocerá el 14 de mayo al mediodía, pero no habrá un acto presencial para su lectura debido a las medidas de prevención del COVID-19.