Rechazo histórico en el Senado: Bensusán, Kroneberger y Huala votaron juntos contra los jueces propuestos por Milei
- La Pampa
- hace 5 días
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En una sesión cargada de tensión y con final inesperado, el Senado de la Nación rechazó los pliegos de los jueces propuestos por el presidente Javier Milei para integrar la Corte Suprema. Tres senadores pampeanos —Daniel Bensusán (Unión por la Patria), Daniel Kroneberger (UCR) y Victoria Huala (PRO)— coincidieron por segunda vez y unificaron su voto en contra, marcando una postura firme frente a un Gobierno que busca avanzar con designaciones por decreto.

El libertario Milei había designado a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como nuevos integrantes del máximo tribunal del país mediante un controvertido decreto. Sin embargo, la Cámara Alta rechazó rotundamente ambas postulaciones. En el caso de Lijo, 27 senadores votaron a favor, 43 en contra y uno se abstuvo (el libertario Juan Carlos Pagotto). Para García-Mansilla, el rechazo fue aún mayor: 20 votos afirmativos y 51 negativos, con una única ausencia, la de Edith Terenzi (Las Provincias Unidas).
La designación de jueces para la Corte requiere una mayoría de dos tercios, por lo que ambos pliegos fueron rechazados, dejando vacantes dos lugares clave en el máximo tribunal.
Una alianza impensada: peronistas, radicales y macristas unidos
El rechazo de los pliegos no habría sido posible sin una alianza táctica entre sectores tradicionalmente enfrentados, como el peronismo, el radicalismo e incluso sectores del PRO. Desde la provincia de La Pampa, Bensusán, Kroneberger y Huala dejaron de lado diferencias ideológicas para frenar lo que consideraron un avasallamiento institucional por parte del Poder Ejecutivo.
Bensusán fue claro en su intervención:
“Tenemos la responsabilidad desde el Senado de evitar los abusos de poder del Ejecutivo nacional. Hoy, rechazar estos pliegos es rechazar el decreto que los designó”.
Por su parte, Kroneberger se alineó con el grupo radical que, liderado por Martín Lousteau y Pablo Blanco, dio quórum anticipando su voto negativo. Desde el PRO, Victoria Huala también se sumó al rechazo, compartiendo postura con referentes como Guadalupe Tagliaferri y Alfredo De Ángeli.
El revés político al oficialismo
A pesar de los intentos de último momento del Gobierno por salvar las designaciones, el rechazo fue contundente. Santiago Caputo, uno de los asesores más cercanos a Milei, buscó negociar con el radical Eduardo Vischi una postergación de la sesión. Al fracasar, el jefe del bloque libertario, Ezequiel Atauche, propuso suspenderla por decreto del presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala. La iniciativa fue recibida con risas por parte del bloque peronista.
El jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, incluso convocó a una reunión durante el feriado del 2 de abril para asegurar la asistencia y el voto alineado de sus senadores. Finalmente, 33 de los 34 integrantes de UxP votaron en contra, con la única excepción de la jujeña Carolina Moisés, quien respaldó el pliego de Lijo.
Un debate con posturas cruzadas y fuertes definiciones
Durante el debate, la senadora Guadalupe Tagliaferri (PRO) fue contundente:
“No se puede violentar la Constitución nacional. Los dos candidatos aceptaron ir por la banquina de la Constitución, siendo que tienen que defenderla”.
El senador Martín Lousteau (UCR) alertó sobre el riesgo de un Poder Judicial condicionado:
“Tenemos jueces de la Corte Suprema en período de prueba. Si hacen lo que el Gobierno quiere, continúan. ¿Eso es independencia judicial?”.
No obstante, hubo voces disonantes dentro del recinto. Carmen Álvarez Rivero (PRO) apoyó a García-Mansilla, diferenciándolo de Lijo:
“Esta votación no es un tema técnico, es política. Se juega el futuro de la Justicia argentina”.
Incluso Luis Juez (PRO), aunque expresó desconfianza, reconoció la complejidad del caso de García-Mansilla, a quien ya le tomaron juramento como juez:
“Nos guste o no, García-Mansilla ya es juez de la Corte”.
¿Y ahora qué? Una Corte en suspenso
El futuro de García-Mansilla permanece incierto. Mientras algunos constitucionalistas sostienen que, al haber sido designado “en comisión” y rechazado luego por el Senado, debe dejar el cargo automáticamente, otros argumentan que solo un juicio político podría removerlo, dado que ya juró en el máximo tribunal.
Lo cierto es que la votación de este jueves no solo marcó un freno institucional al Gobierno nacional, sino que también reconfiguró alianzas en el Senado y evidenció un clima de creciente tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo.