Raúl Hilario Rosales, alumno destacado de la Escuela de Adultos de Victorica, se ha convertido en un símbolo de superación. Conocido como "Pantera" durante su tiempo en Winifreda, donde vivió varios años, Rosales también fue un ferviente hincha del Deportivo Winifreda.
Nacido en la zona de Rancul, Raúl tuvo una infancia difícil en los toldos de hacheros, donde trabajaba su familia. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado hace siete años, cuando se cruzó con la profesora Emilce Cecilia Álvarez durante una marcha de docentes en la plaza de Victorica. Ella lo invitó a inscribirse en la Escuela de Adultos N° 7 de la localidad, brindándole la oportunidad de completar su educación primaria.
A los sesenta y dos años de edad, Raúl aprendió a leer y escribir, siendo su primera maestra María del Carmen García Pacheco. Posteriormente, decidió continuar su educación y este año culminará la educación secundaria, un logro que celebrará con una fiesta de egresados.
Una vez, realizó un desmonte en un camino vecinal a puro hacha y con la ganancia de ese trabajo, compró un cordero y se los regaló a los jugadores del Deportivo Winifreda para que hagan un asado.
Durante su recorrido educativo, el docente responsable de la institución, Pablo Antonio Gualpa, reconoció el talento literario de Raúl y lo animó a participar en los Juegos Culturales Evita, donde la escritura se convirtió en su canal de inspiración. Su primera producción fue una poesía titulada "Nunca es tarde para aprender", un mensaje esperanzador basado en su propia experiencia personal.
En los mismos juegos, celebrados en la capital pampeana este año, Raúl presentó el cuento "El río Atuel también es pampeano" y se quedó con el segundo puesto del certamen, lo que llenó de orgullo a sus compañeros y docentes.
En reconocimiento a su destacada participación, la diputada provincial y vicepresidenta primera de la legislatura pampeana, Alicia Mayoral, presentó un proyecto de resolución para declarar de Interés Legislativo la participación de Rosales en los Juegos Culturales Evita. Mayoral destacó la condición humana de Raúl y extendió su reconocimiento a todos los adultos mayores que, después de años de trabajo y sacrificio, encuentran una oportunidad para superarse y adquirir conocimientos.
Raúl Hilario Rosales nació el 30 de octubre de 1959 en Rancul, hijo de Ramona Garay y Rolando Rosales, trabajadores rurales y hacheros en el monte. La difícil situación económica de su familia y la separación de sus padres lo llevaron a trabajar desde muy joven para ayudar a sustentar el hogar. A pesar de las adversidades, Raúl nunca perdió la esperanza de completar su educación primaria y secundaria.
Su ejemplo de vida y superación personal lo convierte en merecedor de este reconocimiento legislativo. Raúl ha transformado las dificultades en su vida en el impulso para lograr un cambio hacia una vida mejor. Su constancia, humildad y lucha son un testimonio inspirador para aquellos que buscan superarse a través del esfuerzo personal.
La historia de Raúl Hilario Rosales nos recuerda la noble condición humana y nos llena de esperanza. Él es tanto alumno como maestro, y su ejemplo enriquece y motiva a otros a buscar su propio crecimiento personal. Felicitamos y alentamos a Raúl, así como a todos aquellos que se esfuerzan por superarse día a día.
