LA INTENCIÓN ES PERMITIR QUE ALGUNOS SECTORES RETOMEN SU PRODUCCIÓN
El Comité de Crisis de Quemú Quemú elevó al Gobierno provincial un pedido de autorización para liberar actividades que prohíbe la cuarentena y espera respuesta. La intención es permitir que varios sectores puedan empezar a retomar su producción, oficio y comercio, siempre siguiendo las reglas sanitarias que reclama la emergencia.
El pedido, elevado a mediados de semana, fue fruto de largo debate en el seno del comité local, que con los datos de la realidad en la mano finalmente decidió dar el paso. Consideraron que el permiso para abrir negocios de ropa y calzado y kioscos, como así también la puesta en marcha de pequeñas fábricas que hay en la localidad no harán que aumente en forma significativa la circulación que ya se observa en Quemú.
Uno de los integrantes del comité dijo a LA ARENA que «ya es casi imposible controlar a la gente que anda circulando sin necesidad, es algo que viene creciendo con el correr de los días y la policía no da abasto para evitarlo». Ante esta situación, días atrás decidieron mantener las medidas inflexibles, pero frente a lo reiterativo del panorama resolvieron elevar un nuevo protocolo.
Otra fuente indicó que «si se pudiera controlar a todos los que andan dando vueltas, no alcanzaría nada para albergarlos, tanto a gente como a vehículos. Tal vez la gente se siente segura y sale, no sabemos…» y añadió que «esta mañana había tres personas mayores conversando y tomando mates en una esquina. El día estaba lindo y como tienen la costumbre de dar una vuelta y ponerse a charlar, ahí estaban. Y no se puede meter presa a gente grande, se le explica y se los invita a volver a sus casas».
El miembro del comité dijo que «acá no hay grandes superficies y los que hacen su oficio andan casi siempre solos. El movimiento no va a crecer por la apertura de algunos comercios y a las fábricas les hemos pedido que hagan un protocolo de prevención y si están en condiciones de respetar las normas de prevención podrán trabajar. Lo hacen puertas adentro, tampoco es que anda de acá para allá por la calle», afirmó.
Medidas y control.
El intendente Alfredo Fernández, cabeza del comité, ratificó la información y sostuvo que «estamos seguros de lo que estamos haciendo. Se han tomado todas las medidas y hay un control importante, pero es verdad que a mucha gente no se la puede tener adentro. No sabemos el motivo, pero todo el tiempo hay circulación y la policía ya no da abasto, porque no es la única función que debe cumplir».
Indicó que en caso de ser aprobado, los comercios que abran «tendrán que hacerlo según horarios específicos y siguiendo las normas del distanciamiento. A las 18 se cierra todo, hasta esa hora pretendemos ir escalonando a los sectores. En ningún caso habrá aglomeraciones, son pequeñas superficies e irán entrando por turno».
Sostuvo que «de esta manera ayudamos a descomprimir la situación económica. Entre los comerciantes y las pequeñas fábricas mucha gente podrá volver a trabajar y defender sus ingresos». Lo mismo pasa con los que hacen oficios como albañilería, plomeros, electricistas, gasistas y otros. «Son gente que por lo general trabaja sola, si no se juntan con la gente a tomar mate y se limitan a hacer su trabajo casi no hay riesgos y también sería un alivio importante».
Opinó Fernández que «las cosas no son fáciles de decidir. Hemos discutido mucho porque corremos riesgos más allá de que hemos hecho y hacemos todo lo posible para prevenir, pero estamos viendo que la gente empieza a salir, quiere trabajar. En un pueblo como el nuestro no es mucho mayor el movimiento que vamos a generar permitiendo estas actividades».
Sostuvo que «otras actividades seguirán cerradas. Ni bares, ni boliches ni gimnasios podrán abrir, son lugares donde sí se aglomera gente». Informó que «junto con el hospital, desde el municipio hemos comprado un aparato para medir la fiebre de las personas que entran y salen del pueblo, seguimos firmes en los controles pero también eso es relativo».
Puntualizó que «todo el tiempo hay gente que sale y regresa. Por ejemplo van a Pico por diálisis y otros tratamientos médicos y lo hacen en clínicas y otros centros médicos donde hay riesgo. Qué hacemos con esa gente ?» se preguntó y dejó en claro que «es obvio que tienen que tener ese derecho, lo mismo que los transportistas de nuestro pueblo y otros que ya empezaron a trabajar en la cosecha».
«Sabemos que el enemigo es invisible, estamos haciendo lo posible y vamos muy bien, no hay circulación del virus. Pero no sabemos cuánto durará esta situación, vamos viendo día a día, incluso nosotros en el municipio donde también necesitamos abrir la caja para recaudar nuestros recursos», cerró. La Arena