La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la pena de prisión perpetua para Claudio Ezequiel Lara y Alexis Emanuel Velázquez, responsables del brutal asesinato del odontólogo Samuel Prodolliet en General Pico, tras desestimar el último recurso presentado por la defensa de los condenados. Con este fallo, la sentencia quedó firme, cerrando un caso que conmocionó a toda la comunidad.
El trágico suceso
El 14 de marzo de 2020, Lara y Velázquez irrumpieron en la vivienda de Prodolliet mientras su familia dormía. Ingresaron al domicilio a través de una obra en construcción, accediendo al patio trasero y forzando una ventana. Al ser descubiertos, atacaron a Samuel Prodolliet con una violencia desmedida: siete puñaladas, una de las cuales fue letal. A pesar de intentar proteger a su familia, el odontólogo falleció en pocos minutos debido a una hemorragia.
Los delincuentes huyeron tras el crimen, pero fueron detenidos días después gracias a una investigación exhaustiva.
Un fallo con cambios y controversias
Inicialmente, en abril de 2021, el Tribunal de Audiencia de General Pico sentenció a los acusados a 25 años de prisión por "homicidio en ocasión de robo". Sin embargo, tanto la Fiscalía como la Querella consideraron que se trataba de un "homicidio criminis causae", argumentando que el asesinato fue cometido para evitar ser identificados por los testigos, entre ellos la esposa del odontólogo y su hija de 14 años.
El Tribunal de Impugnación Penal (TIP) revisó el fallo y elevó la condena a prisión perpetua, decisión que luego fue ratificada por el Superior Tribunal de Justicia de La Pampa. Finalmente, la Corte Suprema desestimó el recurso de queja presentado por la defensa, confirmando la máxima pena.
La justicia y un mensaje a la sociedad
El Superior Tribunal de Justicia destacó que el asesinato fue un hecho independiente del robo, con el claro propósito de garantizar la impunidad de los agresores. "No emprendieron una inmediata fuga, sino que enfrentaron y ultimaron a Prodolliet", subrayaron los jueces en su fallo.
Este caso deja una marca imborrable en General Pico, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por el mensaje de justicia y firmeza que representa para toda la sociedad.
El cierre judicial del caso es un consuelo para la familia de Samuel Prodolliet, pero también un llamado a reflexionar sobre la necesidad de medidas preventivas y el acompañamiento a las víctimas de la violencia en nuestra comunidad.