- Por Nelson Nicoletti -
Reafirmando aquello de que «no se puede engañar a todos…todo el tiempo», entro en su faceta de conocimiento público, lo que algunos sabían desde hace mucho: el rostro verdadero de «Pepín» Rodríguez Simón, abogado y asesor de Macri, personaje de albañal, integrante de la banda «para-judicial» que azoto la Argentina de los últimos años y que hoy esta prófugo y con captura internacional.
Este miércoles 26, en su LXXIV Sesión Ordinaria Virtual, el Parlamento del Mercosur, a pedido de la bancada del Frente de Todos, pudo avanzar con el objetivo de expulsar del organismo al macrista parlamentario por evidente inmoralidad, con los alcances del Artículo 30 del reglamento.
Pepín, el de » la cola embarrada», según la académica definición del ex presidente uruguayo Pepe Mujica, no es una oveja negra del redil macrista. Por el contrario, es un botón de muestra que exhibe sin pudores la mugre que traspira, como la dureza de un corazón impiadoso y la ambición desmedida. Desde su visión de elite privilegiada desprecia lo que suceda más allá de su círculo de íntimos contrabandistas y rufianes. Con esa mentalidad manejaron el país que dejaron devastado. Sicarios de perimidas ideologías cuestionadas hasta por Joe Biden, reptan hoy por las hendijas del poder tratando de escapar a la justicia y al repudio popular, exagerando con propuestas ridículas y afirmaciones temerarias e irresponsables que su prensa corporativa adorna y magnifica para contaminar el consumo masivo de la información. Esto sí que lo saben hacer. Buscar la complicidad de sus medios y jueces amigos. Maestros de la mentira y la simulación.
El vicepresidente del Parlasur, Oscar Laborde, detalló el sábado en el programa de Carlos Mateu, de la radio de este diario, una serie de cuestionamientos judiciales que tienen a Pepín complicado, agravado por la negativa de la justicia del Uruguay de aceptar su pretendida condición de refugiado.
También dijo Laborde que el suscripto «había padecido a Pepín», cuando hacía gala de sus influencias en Montevideo: se refería a cuando cuestionó con un encendido discurso en el recinto nuestro proyecto sobre el Atuel y la defensa de los derechos pampeanos sobre los ríos interprovinciales.
Pepín, en nombre de Mendoza y defendiendo sus intereses, desestimaba, en aquella oportunidad, la jurisdicción del organismo regional del Parlasur para opinar sobre un conflicto interprovincial de Argentina, exigiendo el retiro de mi proyecto. Sobre el filo de la discusión, y con el apoyo del sector progresista del parlamento, planteamos devolverlo a comisión, para no poner en riesgo su aprobación, ante la evidente frustración de Pepín. Fue una decisión acertada, porque de hecho tiempo después, con la laboriosa tarea de la colega Cecilia Brito, jefa de la Delegación Argentina y del propio Oscar Laborde, en la búsqueda de consenso, pudimos encontrar el momento adecuado, sumarlo al orden del día nuevamente y conseguir que nuestro proyecto fuera aprobado por unanimidad.
Pepín, el instigador de las prisiones preventivas con las que metió presas a numerosas personas, y en el colmo de su caradurismo, dijo no confiar en la justicia argentina y anda sacándole el culo a la jeringa…seguro porque tiene la cola embarrada. diario La Arena