Los operarios del Distrito 21 de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) ayer nuevamente colocaron las bombas arroceras para descomprimir el cuenco oeste de la laguna para impedir que el agua atraviese la ruta nacional 35 entre Eduardo Castex y Winifreda.
Los trabajadores estuvieron hasta después del mediodía con los equipos que bombean 5 millones de litros/hora para realizar el trasvase de agua desde el sector oeste hacia el espejo de agua del cardinal este, dado que la gestión macrista cuando realizó -después de casi dos años- el alteo para rehabilitar el tránsito, tapó la alcantarilla que drena el agua por la pendiente natural.
«Las últimas lluvias, que no fueron tan caudalosas, nuevamente pusieron en riesgo que el agua cruce la cinta asfáltica, por lo cual se colocó la bomba para descomprimir la laguna y garantizar la normal transitabilidad», indicaron fuentes consultadas.
Las dificultades en el alteo de la ruta 35 comenzaron a principio del mes pasado, después de unas caudalosas lluvias que desnudaron las falencias de la obra que se realizó durante la gestión macrista. En aquel momento los trabajos para realizar un #pedraplén de 770 metros, demoraron casi dos años, pese a los continuos reclamos de vecinos, funcionarios y medios de comunicación. Y cuando ejecutaron la obra utilizaron materiales blandos y habrían tapado la alcantarilla que permite la circulación del agua por la pendiente natural.
Alcantarilla tapada.
Ahora, cuando llueve la ruta se convierte en una muralla que impide la circulación del agua, y la actual gestión deberá destapar la alcantarilla.
Los trabajos estaban programados para semanas atrás, pero después llegó la cuarentena obligatoria por la #pandemia del #coronavirus y se reprogramaron las tareas porque previamente se debe coordinar la logística para garantizar la circulación, dado que durante «24 ó 48 horas» se tendrá que desviar el tránsito por caminos vecinales. Fuente La Arena