A partir del viernes 3 de enero, el precio de los combustibles volverá a incrementarse en todo el país. En esta ocasión, YPF, la principal petrolera del mercado, aplicará un aumento promedio del 1,75%, un ajuste que, según se anticipa, será replicado por las demás compañías del sector.
El menor aumento del año y un cambio en la implementación
A diferencia de los ajustes anteriores, que solían entrar en vigencia el primer día del mes, esta suba se postergó hasta el tercer día, marcando una pequeña diferencia en la estrategia de implementación. Además, este aumento es el menor aplicado en lo que va del año, un dato que brinda cierto alivio dentro de un contexto de constantes subas.
Balance del 2024: aumentos y contexto inflacionario
Con este nuevo ajuste, el precio de los combustibles cierra el 2024 con un aumento promedio acumulado del 100%, una cifra que, aunque significativa, se mantiene por debajo de la inflación anual, estimada en un 112% según el INDEC.
Desde noviembre de 2023, los incrementos han sido notables:
Nafta súper: +262%
Nafta premium: +252%
Gasoil: +248%
Estos números reflejan el impacto de las subas en el mercado, aunque, paradójicamente, las ventas no han acompañado este crecimiento.
Caída en el consumo de combustibles
Según datos recientes, el volumen total de despachos de combustibles (naftas y gasoil) en noviembre fue de 1.472.085 metros cúbicos, lo que representa una caída interanual del 10,5%. En contraste, respecto al mes anterior, se registró un leve aumento del 0,6%, señal de una tímida recuperación.
Perspectivas para el 2025
Aunque este aumento es menor en comparación con ajustes previos, se suma a un contexto de presión económica para los consumidores. Los conductores, especialmente aquellos con vehículos que utilizan combustibles premium, han comenzado a optar por alternativas más económicas o incluso a limitar sus desplazamientos.
A medida que comienza un nuevo año, las expectativas están puestas en cómo evolucionarán los precios y si los niveles de consumo podrán recuperarse en un escenario marcado por la inflación y los costos crecientes en toda la cadena productiva.