Una mujer de 35 años fue condenada a seis meses de prisión en suspenso tras ser hallada culpable de agredir físicamente a su hija de 11 años utilizando un caño de plástico. La sentencia fue dictada en un fallo reciente por el juez de Control, Carlos Roberto Espínola, en un juicio abreviado propuesto por la fiscal María Susana Nemesio y la defensora Soledad Trímboli.
En el marco del juicio abreviado, la acusada aceptó su responsabilidad y reconoció su autoría en el hecho. Este acuerdo permitió establecer una pena de prisión en suspenso de seis meses, una medida que implica que la mujer no cumplirá la condena de manera efectiva, siempre que respete una serie de condiciones impuestas por la Justicia.
Condiciones y tratamiento obligatorio
Además de la pena en suspenso, la mujer deberá cumplir un período de dos años bajo ciertas reglas de conducta que incluyen: la fijación de un domicilio estable, la obligación de asistir a tratamiento psicológico, y el compromiso de cesar cualquier tipo de perturbación o agresión hacia su hija. Estas medidas buscan brindar un entorno de protección a la menor y permitir una rehabilitación de la relación familiar bajo supervisión.
La sentencia fue vista como un intento de la Justicia por atender de forma integral la situación, proveyendo al mismo tiempo protección a la víctima y un abordaje terapéutico para la acusada.