Según datos recientes publicados por el Ministerio de Capital Humano y difundidos en el sitio Chequeado.com, siete de cada diez estudiantes que ingresan a la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) son los primeros en sus familias en acceder a estudios superiores. Este alto porcentaje ubica a la UNLPam en el cuarto lugar a nivel nacional en términos de estudiantes de primera generación, es decir, jóvenes que provienen de familias sin antecedentes de educación universitaria completa.
El informe contradice las recientes declaraciones del presidente Javier Milei, quien expresó que "la universidad pública no le sirve más que a los hijos de los ricos". Los datos oficiales indican lo contrario: de acuerdo con el relevamiento de 2022, el 47,8% de los nuevos inscriptos en universidades nacionales y provinciales de Argentina son de primera generación. Este porcentaje se eleva al 68% considerando solo a quienes brindaron información sobre el nivel educativo de sus padres.
A nivel nacional, la Universidad Arturo Jauretche encabeza la lista con el 75,53% de estudiantes de primera generación, seguida por la Universidad José C. Paz (75,42%) y la Universidad del Oeste (74,73%). La UNLPam ocupa la cuarta posición con un 72,06%, lo que representa a 2.489 estudiantes que encuentran en la universidad pública una oportunidad de crecimiento única y sin precedentes en sus familias. La Universidad Nacional de Lanús, con un 70,71%, cierra el grupo de las cinco primeras.
Este fenómeno se observa en varias universidades del país, que, aunque más pequeñas y de reciente creación, cumplen un rol crucial en la inclusión educativa, como la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco en Chubut y la Universidad Nacional de Río Cuarto en Córdoba. Por otro lado, universidades más tradicionales como la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Córdoba muestran menores porcentajes de estudiantes de primera generación (38,56% y 46,05%, respectivamente), aunque siguen siendo un espacio importante para la movilidad social.
Estos datos subrayan la relevancia de la educación universitaria pública en la construcción de un país más inclusivo, ofreciendo acceso al conocimiento y desarrollo profesional a estudiantes de diversas realidades sociales.