La Justicia ordenó al pampeano Matías Palacios pagar más de 43 millones de pesos a San Lorenzo

El Club Atlético San Lorenzo de Almagro logró un resonante triunfo judicial tras una prolongada disputa legal con el futbolista pampeano Matías Damián Palacios. La Justicia falló en primera instancia y dictaminó que el jugador deberá abonar $43.290.000 más intereses y costas judiciales por incumplir un acuerdo firmado en 2021 durante su transferencia al FC Basel de Suiza.

El fallo, emitido el pasado 20 de marzo de 2025, representa una victoria clave para la institución azulgrana, no solo en términos económicos, sino también como un respaldo contundente a su postura en defensa de los derechos contractuales del club.

La controversia se remonta al 13 de febrero de 2021, cuando Palacios, oriundo de General Pico (La Pampa), firmó un contrato en el que se comprometía a entregar a San Lorenzo un cheque correspondiente al 15% del monto bruto de su venta al club suizo, cifra que debía canalizarse a través del Sindicato de Futbolistas Agremiados, según lo estipulado en este tipo de operaciones.

Sin embargo, el futbolista jamás efectuó ese pago, lo que motivó la demanda impulsada por la dirigencia anterior del club, liderada por el entonces secretario Miguel Mastrosimone. Durante el proceso, la institución presentó en tiempo y forma toda la documentación respaldatoria que acreditaba su reclamo.

En un giro inesperado, Palacios no solo se negó a cumplir con lo pactado, sino que contrademandó a San Lorenzo, alegando supuestos perjuicios y exigiendo una indemnización. La Justicia rechazó tajantemente su contrademanda y lo condenó al pago de las costas del juicio, lo que incrementa significativamente el monto total que deberá afrontar.

Este fallo no solo significa un importante ingreso económico para San Lorenzo, sino que además sienta un precedente legal crucial para proteger los intereses del club en futuras negociaciones y transferencias de jugadores.

Con esta resolución, el club de Boedo reafirma su compromiso en la defensa de sus derechos y deja un mensaje claro: los compromisos contractuales deben cumplirse, sin excepción.