La creciente inflación en Argentina ha generado modificaciones importantes en los hábitos de consumo de la población. Según un reciente estudio de la Cámara Argentina de Anunciantes, el 100% de los consumidores se ha visto obligado a ajustar sus compras debido al constante aumento de los precios. Uno de los cambios más notables es el reemplazo de primeras marcas por segundas y terceras, una tendencia especialmente visible en productos esenciales no perecederos.
Este cambio de preferencia responde a la necesidad de reducir gastos, ya que casi la mitad de los consumidores opta por productos de menor costo. Además, las promociones y descuentos se han convertido en factores determinantes para las decisiones de compra. El informe revela que el 68% de los consumidores modifica su elección original si encuentra una oferta atractiva, lo que muestra una flexibilidad creciente en el proceso de compra. Solo una minoría sigue una lista de compras estricta, mientras que la mayoría se adapta a las promociones y precios más convenientes.
En respuesta a la crisis económica, otras estrategias comunes entre los consumidores incluyen la reducción de compras por placer y una disminución en el volumen total de sus adquisiciones.
A nivel de preocupaciones, el desempleo ha superado a la inflación como el principal problema mencionado por el 51% de los encuestados, seguido de cerca por el aumento de precios, la pobreza y la inseguridad. Estos factores continúan impactando de manera significativa en la vida diaria de los argentinos, quienes siguen adaptándose para enfrentar los desafíos económicos actuales.
La capacidad de los consumidores para ajustar sus hábitos de compra refleja una sociedad que busca alternativas para sobrellevar la inflación, pero también pone de manifiesto el profundo impacto de la situación económica en el bienestar general del país.