La iniciativa de la cadete de primera del cuartel de bomberos de Winifreda, Luana Fridel, se transformó en una enorme muestra de solidaridad.
La movida desde que la promovió por una red social no paró de crecer y la joven logró su objetivo de recolectar una gran cantidad de insumos para ayudar a los bomberos que combaten los incendios forestales en las sierras cordobesas y a una ONG que se dedica al rescate de la fauna que sufre las consecuencias de las llamas.
En este sentido, en Radio Compacto, la cadete contó que decidió movilizarse sensibilizada por “la catástrofe (ambiental) que están provocando los incendios en Córdoba y seguía por Instagram las publicaciones de la ONG Sin Estribo, que está compuesta por un grupo de médicos veterinarios que ayudan (a recuperarse) a los animales quemados por el fuego. Ellos van a la zona de incendios para rescatarlos, entonces continuamente tienen contacto directo con los bomberos”.
Es así que se comunicó telefónicamente con la entidad para consultar sobre sus necesidades. Recibió como respuesta gasas, platsul, vendas, yodo, nitrofurazona. También botellitas de agua, dulces como chocolates, caramelos, masitas, para que les suba el azúcar en sangre a los bomberos al consumir estos alimentos. Luego se puso en campaña para conseguir los insumos y golosinas.
De esta manera, compartió el listado en Instagram e hizo una cadena por Whatsapp. El resultado fue sorprendente. “No pensé que iba tener tanta aceptación, fue una locura, un boom. Me escribieron personas de Winifreda, C. Barón, Santa Rosa, E. Castex hasta de Macachín. Recolecté lo más que pude”, señaló y le agradeció a su primo Mariano Fridel por su ayuda.
Asimismo, aclaró que hubo gente de otras localidades que le envió dinero a su padre y después realizó compras.
El viernes acompañada de su madre viajó a Santa Rosa con las once cajas de donaciones más botellas y bidones de agua mineral y las descargó en un transporte que las trasladará sin cargo hasta su lugar de destino. Llegarán mañana lunes. “Las van dejar en un galpón, ya me comuniqué con el chico de la ONG para decirle la hora en que puede ir a retirarlas y le di la dirección. Me dijo que cuando tenga todo me pasa una foto”, indicó. Sobre esta experiencia que vivió, evaluó que “fue emocionante, nunca pensé que la gente iba a colaborar tanto. Estoy súper feliz”.
