El Poder Judicial de La Pampa dejó firme la sentencia que autoriza a la hija de Laureano González, condenado a 30 años de prisión por el intento de femicidio de Nadia Lucero, a eliminar su apellido paterno y utilizar exclusivamente el materno.
La decisión se basa en el pedido expreso de la joven, quien argumentó que nunca tuvo vínculo con su progenitor y que la portación de su apellido le generaba un profundo malestar emocional.
El peso de un apellido ligado a la violencia
El fallo fue dictado por el Juzgado de la Familia, Niñas, Niños y Adolescentes N°2, luego de que la madre de la joven presentara una demanda de "Privación de la Responsabilidad Parental y Supresión del Apellido Paterno" contra González, quien cumple condena por el brutal intento de femicidio ocurrido el 5 de diciembre de 2019.
La madre relató en su testimonio que la relación con González estuvo marcada por episodios de violencia física y emocional, lo que la llevó a separarse cuando su hija era apenas una bebé. Según expresó, el condenado nunca cumplió con sus obligaciones paternales ni intentó mantener contacto con la menor, quien fue criada exclusivamente por su madre y su entorno cercano.
En la audiencia, la joven explicó que la condena de su padre y la repercusión mediática del caso le generaron "gran conmoción y rechazo", lo que la llevó a iniciar terapia psicológica. En ese proceso, tomó la decisión de eliminar el apellido de su progenitor, ya que su portación le causaba un "peso emocional" que deseaba dejar atrás.
Un padre ausente y una decisión firme de la Justicia
A pesar de haber sido debidamente notificado, Laureano González no se presentó a la audiencia preliminar. Sin embargo, envió una nota escrita a mano en la que expresó que no se oponía al pedido de su hija.
El juez Andrés Zulaica, a cargo del fallo, fundamentó su decisión en el abandono total del condenado:
🗣️ "Laureano González ha desamparado física, afectiva y económicamente a su hija, y mantener la responsabilidad parental en ambos progenitores resultaría un obstáculo para la normal realización de actos que requieren la participación de ambos padres", sostuvo el magistrado.
Además, el juez destacó que la responsabilidad parental es un derecho que también implica obligaciones, y que González demostró desinterés y abandono absoluto hacia su hija desde el año 2007.
📌 "La madre ha sido quien se ha ocupado en forma exclusiva del cuidado, asistencia, atención, y acompañamiento de la hija en común. En efecto, ha alegado y probado diversas circunstancias que demuestran que Laureano González abandonó a su hija desde el año 2007, sin tener ningún tipo de contacto con ella, omitiendo sus deberes de asistencia y cuidado, lo que constituye una desprotección absoluta de la adolescente", explicó Zulaica.
Un fallo con impacto emocional y simbólico
La decisión del tribunal no solo representa un alivio para la joven, sino que también sienta un precedente en casos de violencia de género y abandono parental.
La determinación de la Justicia reconoce que, en este caso, el apellido paterno representaba un vínculo con la violencia y el abandono, y que suprimirlo era fundamental para garantizar el bienestar emocional y psicológico de la adolescente.
Así, la sentencia marca un paso más en el camino hacia el reconocimiento de los derechos de las víctimas y sus familias, brindando herramientas para que puedan cerrar capítulos de su vida y avanzar sin cargas impuestas por el pasado.