El lactosuero, proteína para las abejas
Persiguen como objetivo lograr un alimento económico para el apicultor, que aporte proteínas a las colmenas en épocas donde el polen es escaso.
La problemática ambiental debido al vertido de efluentes industriales no está acotada a las grandes ciudades ni grandes industrias como podría pensarse.
Toda industria produce desechos los cuales, según el contexto (normativas, situación económica de la empresa y consciencia social y ambiental), pueden convertirse en residuos contaminantes o bien en insumos para reaprovechamiento y la oportunidad de generar un nuevo producto añadiendo valor agregado.
En el caso de las industrias lácteas, millones de litros de lactosuero -residuo de la industria quesera- son vertidos en su mayor parte al suelo sin procesamiento produciendo contaminación no solo del suelo, sino del agua subterránea.
El lactosuero es fuente de proteínas y minerales que escapan al proceso de elaboración del queso y representa un potencial alimento que actualmente no es utilizado. En este contexto, un grupo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa (#UNLPam) decidió orientar sus investigaciones en búsqueda de disminuir la contaminación de las queserías y dar otros usos al #lactosuero pensando también en el valor agregado que se genera. Uno de los proyectos se relaciona con la elaboración de jugos, realizado en conjunto con la escuela Agrotécnica de #Victorica. Esta iniciativa ya obtuvo reconocimientos en el año 2019.
Otra línea de investigación se encuentra en este momento atendiendo dos problemáticas: Una de ellas, la ya mencionada contaminación ambiental. La otra, responde a un problema relacionado a una actividad con escaso reconocimiento en la provincia, pero de vital importancia para la vida y reproducción de las plantas: la apicultura.
Los suplementos más utilizados en esta actividad productiva, incluidos en los cálculos de planeamiento de los apicultores, se relacionan más con el aporte de “Energía” que de “Proteínas”, utilizando azúcar o diversos jarabes, pero el aporte de proteína pocas veces está al alcance del productor ya que implica un costo elevado por colmena y los márgenes económicos son muy acotados.
Los investigadores sostienen que la energía es el combustible que mantiene vivas a las abejas en el invierno cuando la miel de reserva es escasa. La proteína también es de vital importancia y es aportada naturalmente por el polen recolectado por las abejas pecoreadoras. Toma un rol central en el aumento poblacional de las colonias y por ende en la producción de la próxima temporada.
Muchas veces, las condiciones climáticas primaverales y las características propias de los actuales sistemas de producción agrícola en la región pampeana limitan la disponibilidad de polen para las abejas, y por ende su desarrollo como colonia.
Tras este análisis científico, los docentes investigadores de la cátedra de Producción Lechera, Isabel Gigli y Franco Schall (este último de #Winifreda), y de la cátedra de Química Biológica, Mario Calafat, de la Facultad de Agronomía de la #UNLPam, trabajan en la creación de un suplemento proteico a base de #lactosuero para las abejas.
Persiguen como objetivo aprovechar el potencial alimenticio del lactosuero para lograr un alimento relativamente económico para el productor, que aporte proteínas a las colmenas en épocas donde el polen es escaso y de esta manera favorecer el desarrollo poblacional de las colonias. Este alimento permitiría que haya más abejas en las colmenas y por ende mayores probabilidades de aprovechar los flujos de néctar estivales y así lograr una mayor producción de miel, que es el fin principal de las explotaciones apícolas de nuestra provincia.
El proyecto comenzó en 2019, las primeras experiencias están en marcha y se esperan los primeros resultados para la temporada 2020-2021.