EL MISMO PROBLEMA QUE PADECE LA CANCHA DE WINIFREDA -
Cuando se crearon los primeros clubes de fútbol en la provincia, nació la necesidad imperiosa de hacer el campo de juego propio para las competencias de local.
En ese momento se adquirieron tierras, se realizaron los trazados y se decidió arbolar los alrededores con una planta de origen australiano, de rápido crecimiento y casi sin mantenimiento que "estaba de moda" en aquellas épocas de las primeras décadas del siglo XX. Hablamos de los eucaliptus.
Éstos nobles árboles ya cumplieron su ciclo, lo vemos a diario en cada tormenta con viento donde se van desgajando (o incluso cayéndose por completo) produciendo daños materiales.
La poda demostró que no es la solución, porque las nuevas ramas nacen más débiles y son mas endebles a las inclemencias del tiempo.
El fuerte viento de ayer a la tarde tiró dos añejos árboles que derribaron el alambrado y destrozaron el banco de suplentes de la cancha de fútbol del club Social y Deportivo Anguilense de la localidad de Anguil.
Afortunadamente, en ese momento, no se encontraba nadie en el espacio deportivo, que con gran esfuerzo los dirigentes lo estaban poniendo en condiciones esperando que pase la pandemia del coronavirus para poder volver a entrenar y jugar partidos.
En nuestra localidad ya se han podado los ejemplares que rodean el campo de juego del Estadio "Dr. Miguel Eloy Baldovino", pero cada vez que se acerca una tormenta, los vecinos se pregunta si ésta vez los árboles se caerán hacia sus viviendas.
Tal vez llegó el momento de realizar un recambio, con nuevas especies que sean menos peligrosas. Reforestando, para no perder el sector arbolado.
(Fotografías de R. Scovenna de Anguil)