El senador pampeano Daniel Lovera destacó la puesta en vigencia de la nueva legislación. Aseguró que permitirá a los sindicatos reclamar por los derechos en el marco de cada convenio colectivo de trabajo.
El senador nacional por La Pampa, Daniel Lovera, destacó la reglamentación de la ley de teletrabajo como una herramienta para evitar la precarización laboral y que le otorga a los sindicatos la posibilidad de contemplar las distintas modalidades de cada sector dentro de los convenios colectivos de trabajo.
“Estamos iniciando un camino que nos permite ofrecer garantías y seguridad a los derechos de las personas que trabajan. La desconexión digital es una de las acciones centrales para que, trabajadoras y trabajadores, dispongan de su tiempo de intimidad familiar”, destacó el senador Lovera.
“La promoción de la corresponsabilidad en las tareas de cuidado debe representar una solución para evitar excesos sobre el rol de las trabajadoras mujeres”, añadió.
El legislador pampeano advirtió que “la pandemia de COVID-19 aceleró un proceso de conversión que, en el mundo del trabajo, veníamos avanzando desde hace tiempo”.
Sin embargo, celebró la posibilidad de poder “proponer una ley integrada para abordar las condiciones que permitan, a trabajadoras y trabajadores, la posibilidad de contar con seguridades a la hora de la planificación de sus tareas y, de este modo, alinear sus derechos y sus obligaciones para que el teletrabajo no represente una carga para su vida privada y su desarrollo familiar”.
“Con la ley de teletrabajo permitimos que los sindicatos cuenten con un rol protagónico en las negociaciones a partir de la reglamentación que el Poder Ejecutivo llevó adelante”, dijo.
“Somos parte de la vanguardia regional en este tema y pudimos trabajar con la mirada puesta en el derecho, desalentando la posibilidad de los abusos que representa la precarización en el mercado del trabajo. La ley es un marco regulatorio inicial que les permite, a los sindicatos, pactar con las empresas”, agregó.
“La reglamentación deja el poder a las organizaciones sindicales de tener la posibilidad de adaptar a sus sectores y a sus realidades muchas cuestiones que hacen al teletrabajo, tal como preveía la ley”, destacó.
“El diálogo social es una práctica saludable en cualquier sociedad; y la normativa, expresamente obliga a las partes a sentarse y arreglar algunas cuestiones fundamentales. Eso no solo es sano, sino que permite adaptarnos a realidades sectoriales y coyunturales”, continuó.
Lovera reconoció que “la sindicalización es más compleja con este modelo y la tercerización y precarización están al orden del día”; sin embargo, “la ley pone como protagonistas a las organizaciones sindicales, para garantizar la privacidad, velar por los principios de optabilidad, reversibilidad, y el nuevo y vanguardista derecho a desconexión, entre otras cosas”.
La ley
Al repasar los aspectos salientes Lovera puso de relevancia que “esta reglamentación respeta, en términos generales, la naturaleza protectora hacia las personas que trabajan; refuerza el derecho a la desconexión digital y a las tareas de cuidado, incorporando prohibiciones de incentivos que desvirtúen estos derechos; promueve la corresponsabilidad en las tareas de cuidados para que no pesen solo sobre las trabajadoras mujeres, e incorpora a las provincias en la confección del registro”.
“La norma prevé que la persona dependiente que hace teletrabajo no se debe hacer cargo de los materiales que necesita para teletrabajar, ni de los mayores costos de los servicios de conectividad que representa realizar la tarea desde su casa; y la vez, confirma el hecho de que quien trabaja de manera remota, realice las mismas tareas que llevaría adelante de manera presencial”, finalizó . Fuente El Diario
