La onda de crecida de las últimas precipitaciones llegó a Casa de Piedra; la cota del embalse superó los 275 metros sobre el nivel del mar. Esta vez no se registraron inconvenientes en las localidades ribereñas.
El último evento de lluvias y nevadas en la alta cuenca del Colorado, producido a partir del fin de semana del 19 y 20 de agosto, dejó como saldo acumulación de nieve en la alta montaña y un aumento moderado en los caudales de los ríos que no generó consecuencias en las localidades ribereñas ni perjuicios a sus habitantes.
Arribada la onda de crecida a Casa de Piedra, el embalse se encuentra con una cota de 275,10 m s.n.m., mientras que el caudal en Buta Ranquil registró al 1 de septiembre 111 m³/s, en descenso, luego de alcanzar un pico para esta crecida de 528 el día 22.
Las estaciones nivológicas de Valle Hermoso y Pehuenches tuvieron un aumento aproximado de 270 y 362 mm respectivamente de equivalente agua nieve (EAN) respecto de los valores previos al temporal. No hubo evacuados.
El evento climático, que fue de una magnitud menor en lluvias comparado con el registrado a fines de junio, no generó la necesidad de evacuar vecinos de las localidades ribereñas.
Tal como es habitual ante acontecimientos climáticos que puedan ocasionar inconvenientes sobre la infraestructura de explotación petrolera en la cuenca, se desactivaron los pozos que podrían verse afectados y se hicieron cortes nocturnos preventivos, sin que se haya reportado hasta el momento ningún incidente.
Se intensificaron las inspecciones en las áreas petroleras con la participación de COIRCO-CTF, junto con la Dirección de Control Operativo de Hidrocarburos de La Pampa y el Departamento Provincial de Aguas de Río Negro.
Durante todo el ciclo del evento, COIRCO y las autoridades provinciales trabajaron en el seguimiento de la situación, en el análisis de la información hidrológica que se actualiza en forma constante en el sitio web, y en la coordinación con las autoridades de defensa civil de cada jurisdicción.