El juez de audiencia de Santa Rosa, Daniel Alfredo Sáez Zamora, condenó este jueves a Vicente Tobio Hernández a tres años de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación especial para conducir por el delito de homicidio culposo en un siniestro vial que tuvo lugar en el acceso a Uriburu y dejó como saldo la muerte de dos personas.
Detalles del fallo
La sentencia fue dictada en el marco de un juicio abreviado, acuerdo alcanzado entre el fiscal Marcos Sacco, el defensor Eduardo Martínez y el propio imputado, quien admitió su responsabilidad en el hecho ocurrido el pasado 3 de marzo.
El magistrado determinó que Tobio Hernández, de 49 años y residente en Quemú Quemú, condujo una camioneta Chevrolet S10 por la Ruta Nacional 5, excediendo la velocidad permitida, alcanzando entre 100 y 120 kilómetros por hora, lo que configuró una conducción imprudente y negligente.
El siniestro se produjo cuando el conductor del Peugeot 504, Luis Alejandro Morales, intentó ingresar al acceso a Uriburu desde la ruta, sin respetar la prioridad de paso. Como resultado del impacto, fallecieron Morales y su acompañante, Mónica Beatriz Jamad.
Pruebas determinantes
En el fallo, Sáez Zamora destacó la importancia de un registro de video captado por una cámara ubicada en el acceso a Uriburu. Las imágenes permitieron reconstruir la mecánica del accidente y confirmar que el imputado infringió la Ley Nacional de Tránsito 24449, al no mantener el control del vehículo y exceder la velocidad máxima permitida en esa zona.
Sanciones y medidas complementarias
Además de la pena en suspenso, se estableció que Tobio Hernández deberá:
Fijar residencia.
Someterse al control del Ente de Políticas Socializadoras durante tres años.
Un llamado de atención sobre la seguridad vial
El trágico desenlace de este siniestro reabre el debate sobre la responsabilidad al volante y el cumplimiento estricto de las normas de tránsito, especialmente en rutas donde el exceso de velocidad y la falta de prioridad de paso pueden tener consecuencias irreparables.
Esta condena busca, además, ser un mensaje preventivo para evitar futuras tragedias en las rutas pampeanas.