- Por Luis Barbaschi -
- TRABAJÓ COMO SECRETARIA ADMINISTRATIVA HASTA EL AÑO 2006 EN QUE TUVO QUE JUBILARSE -
La “Negra” ingresó al organismo judicial en 1963 como encargada de limpieza del edificio. Seis años después le designan el puesto que mantendría hasta 2006. Para despedirla le hicieron una gran fiesta con más de cien personas. Fue organizada por sus hijas Vanina y Graciela.
La vecina winifredense Catalina Josefa Pellegrino, accedió a su jubilación en diciembre del año 2006 después de trabajar 44 años en el Juzgado de Paz y Registro Civil de la localidad. La mujer cumplió funciones de secretaria administrativa y estuvo bajo las órdenes de 12 jueces de paz, algunos nombrados directamente por el proceso militar y otros elegidos gracias al voto popular en el sistema democrático vigente.
Pellegrino, más conocida localmente como “Negra”, recordó que ingresó al organismo dependiente del Poder Judicial el 14 de enero de 1963, a los 16 años, como encargada de limpieza del edificio. Recién seis años después fue nombrada secretaria administrativa. “En aquellos años el Juzgado, además de los trámites inherentes a su función, también expendía guías de campaña, pero después ese servicio pasó directamente a la órbita municipal”, contó.
Trayectoria. En su extensa trayectoria como empleada judicial, Pellegrino prestó sus servicios a 12 jueces de paz, todos vecinos del pueblo. Ellos fueron: José Esteban Bruno, Vicente Ballester, Clemente Salvetti, José Núñez, Reclús Fernández, Manuel Matalía, Antonio Falletti, Avelino Lobos, Bakunín Fernández, Luisa Belke, Berta Herlein y Luz Marina Breit.
Funciones. “Con todos tuve muy buen trato. Ni bien asumían sus funciones les explicada cuáles eran sus tareas específicas y como debían realizarlas para que no cometieran errores”, confió. En el Registro Civil se documentan todos los nacimientos, defunciones y matrimonios que se producen en la localidad. En más de cuatro décadas de trabajo, Pellegrino atendió a innumerables familias y fue testigo de un sinnúmero de enlaces matrimoniales cuyos nombres asentó en actas. “El primer nacimiento que asenté fue en 1964 cuando vino al mundo Sergio René Sereno y el último cuando nació Agustín Cases. La primera pareja que inscribí estuvo conformada por Adán Thome y Agustina Braún y la última por Jorge Thome con Roxana Lang”, indicó.
El Juzgado continuamente recibe mandamientos de oficios que son enviados por juzgados de primera instancia. “Como la dependencia carece de movilidad, los empleados siempre dependen del auto de la municipalidad, de sus propios vehículos o de los abogados para trasladarse a distintos lugares a notificar a los vecinos. Esta situación nunca cambió mientras yo trabajaba”, siguió relatando. Catalina se casó con Roberto Kinspald y el acta de matrimonio se la leyó el extinto juez Clemente Salvetti.
Despedida. “Negra” dejó de trabajar el 30 de noviembre de 2006. Aún recuerda las últimas palabras que les pronunció a sus compañeras de trabajo: “Me tomo una licencia y vuelvo. No quiero otra despedida”. Es que unos días antes sus hijas Viviana y Graciela le habían organizado una cena despedida sorpresa en el club. “Había más de cien personas. Estaban todos mis familiares incluso algunos que no veía hace muchos años, las esposas de todos los jueces fallecidos, amigos y compañeras de tareas de toda una vida. Recibí un pergamino con la firma de todos los presentes. Fue una noche muy hermosa y especial que jamás olvidaré”, dijo emocionada Catalina, una mujer que sin dudas dejó una huella en una institución de Winifreda.
