Así podría haber lucido Juan Bautista Bairoletto, el mítico “Robin Hood” de La Pampa
- Winifreda
- hace 2 días
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Una imagen generada digitalmente a partir de un retrato artístico revela un probable aspecto realista de Juan Bautista Bairoletto, conocido en todo el país —y especialmente en la región pampeana— como el último bandolero rural argentino. Conocido por muchos como el Robin Hood criollo, su figura trasciende lo policial para convertirse en un verdadero mito popular.

Gracias a los avances en inteligencia artificial, una antigua ilustración del mítico Bairoletto fue recreada en formato fotográfico, permitiendo vislumbrar cómo podría haber sido su rostro con rasgos realistas. Ojos claros, expresión firme, mandíbula marcada y un aire de rebeldía: la imagen sintetiza la leyenda de quien fue, para unos, un forajido, y para otros, un símbolo de justicia popular frente a los abusos del poder.
Entre la ley y el pueblo: la doble cara de un bandido legendario
Juan Bautista Vairoleto (o Bairoletto), nació en Santa Fe en 1894, pero su historia está íntimamente ligada a La Pampa, donde se ganó fama de bandido justiciero. Según la leyenda, comenzó su vida al margen de la ley luego de un crimen pasional, pero sus posteriores actos lo convirtieron en una figura compleja: ayudaba a los pobres, enfrentaba a la policía y se burlaba de las autoridades, todo en una época marcada por el autoritarismo, la desigualdad social y la represión.
Durante años, eludió a la justicia mientras se desplazaba por los campos pampeanos, bonaerenses, mendocinos y cuyanos, oculto por gauchos y pobladores que lo veían como un héroe popular. Su historia terminó en 1941, en un enfrentamiento con la policía en General Alvear (Mendoza), donde fue abatido a balazos.
Un ícono de la cultura popular
La figura de Bairoletto inspiró libros, películas y canciones. Su nombre tomó fuerza en todo el país con la canción “Bandidos Rurales” del trovador argentino León Gieco, que lo menciona junto a otros personajes marginales que se enfrentaron al poder desde la periferia.
En La Pampa, su leyenda sigue viva: algunos lo recuerdan como un prófugo; otros, como un símbolo de rebeldía frente a la injusticia. La imagen reconstruida digitalmente es un tributo a esa memoria ambigua, apasionante, que sigue generando admiración y debate en todo el país.