- Por Norberto G. Asquini -
El doctor en Historia y docente de la UNLPam, Aldo Fabio Alonso, es un estudioso de las variantes regionales del primer peronismo en Argentina y autor del libro “El peronismo en La Pampa. Conformación partidaria y construcción estatal (1945-1955)”.
Alonso se refirió a ese primer peronismo en La Pampa, cuando todavía era territorio nacional, su conformación y los primeros años como provincia Eva Perón. Sobre la vinculación de ese primer movimiento y la actualidad del peronismo provincial, nos dice: “Encontramos múltiples narrativas y memorias que integran una cultura política que no sólo pertenecen al pasado en que se han originado sino que son recuperadas para reconstruir y reactualizar al peronismo”.
¿Perón ya tenía seguidores en La Pampa antes del 17 de octubre?
Anteriormente Perón tenía presencia en La Pampa fundamentalmente por medio de funcionarios de la Secretaría de Trabajo y Previsión que venían actuando en el territorio nacional y que por medio de la nueva legislación del trabajo habían recorrido, organizado e incluso movilizado a distintos sectores laborales (para su formalidad por ejemplo). Posteriormente, se instalaría una delegación permanente en La Pampa de la Secretaría de Trabajo y Previsión, también de la CGT y en todo el territorio se constituirán los sindicatos de Oficios Varios, fundamentales en la extensión del peronismo.
¿Cuáles son las bases históricas del peronismo en La Pampa?
El período de los años peronistas puede dividirse en dos etapas: la primera, durante los años del territorio nacional, con bases políticas en funcionarios nacionales, los gobernadores territorianos que se vinculan con cada poblado mediante los comisionados municipales. También la constitución de numerosos gremios y la formalización de los ya existentes. En estos años la extensión del peronismo procuró la homogeneidad ideológica–partidaria y conseguida ella recién se promovió la provincialización. La segunda, la etapa de la provincia “Eva Perón” cuando ante el desafío de configurar un nuevo régimen constitucional y legal, se buscó en las bases de la denominada doctrina peronista para crear así una organización provincial en función del “pueblo trabajador” (como establece el Preámbulo de la primera Constitución Provincial) y en consecuencia, afín con sus pretensiones de hegemonía nacional. Aquí ya había logrado constituir sus cuadros políticos que pasaron a integrar los nuevos poderes del Estado (Poder Ejecutivo, Cámara de Representantes) con incluso representantes en el Congreso Nacional. La nueva burocracia también se conformó con aquellos directamente vinculados al peronismo. Algunos referentes de los gremios también se sumaron en estas instancias estatales.
¿Qué características tuvo el primer peronismo?
Al igual que en otros ámbitos, el peronismo se nutrió de sectores del radicalismo renovador y del conservadurismo, las dos fuerzas principales en el territorio nacional, con las limitaciones propias de estas estructuras políticas. La sindicalización va a ser un rasgo fundamental involucrando a diferentes actividades económicas, incluyendo al agro pampeano. Con el correr de los años, constituyó bases propias, sólidas, preparadas para el desafío de llevar adelante una experiencia inédita (el funcionamiento de una provincia). El proceso en los primeros momentos fue bastante conflictivo porque estamos ante sectores que quieren mantener su poder y otros emergentes que también lo pretenden. De cualquier manera, las disputas internas fueron superadas mediante fórmulas de negociación propias o si no mediante las decisiones de Perón, o el Consejo Superior del Partido Peronista que tenía un interventor partidario.
¿Qué características propias tuvo el peronismo en La Pampa con respecto a otras provincias (si bien era territorio)?
Estamos ante un ámbito geográfico y económico, con características políticas propias de territorio nacional, ajeno a la industrialización. Ello lleva a un proceso previo de formalización de trabajadores con la conformación de gremios pero también a la construcción partidaria con figuras políticas de fuentes diversas hasta que pudo conformar una suerte de dirigencia propia (procedente de sindicatos consolidados o bien cuadros políticos que había formado) que en ciertos ámbitos también cuentan con representación las mujeres. La experiencia peronista en La Pampa tiene un significado histórico relevante debido a que durante el período se produce una transformación política al cambiar el status de territorio nacional y convertirse en provincia en julio de 1951. Sin embargo, la influencia supera ese pasaje e incluye la conformación de la identidad peronista y la constitución de un conjunto complejo de prácticas de movilización popular que perduran hasta el presente.
¿Cuáles son esas prácticas de movilización popular que perduran hasta el presente?
Distintas prácticas fueron estimuladas desde el peronismo y le permitieron capitalizar su peso político desde sus orígenes y ante cambiantes contextos. Se trata de prácticas materiales y construcciones simbólicas que constituyen su principio organizador. La novedad fue el soporte estatal y los fundamentos ideológicos de la movilización social, con la inclusión de distintos sectores: trabajadores, mujeres, la juventud.
La participación resultó fundamental, el involucramiento en redes incluso informales proveyó, reforzó y reconfiguró una identidad política pero también asistió materialmente. El grado de organización de los trabajadores, debido a la cantidad de los involucrados; el estado de movilización activado en los momentos precisos; la existencia de lazos de solidaridad con los pares “compañeros”, etc. La realización de actividades proselitistas en todos los rincones del territorio que llevaron a la opinión pública a entender, en distintos momentos, que se trata de un movimiento consensuado e institucionalizado.
Además, el Partido Peronista de La Pampa es el único que perdura en Argentina en formato institucional. La doctrina peronista a la cual siempre se apela cumplió la función de disimular tensiones entre las filas peronistas pero también a generar los consensos necesarios para superarlas. Finalmente, encontramos múltiples narrativas y memorias que integran una cultura política que no sólo pertenecen al pasado en que se han originado sino que son recuperadas para reconstruir y reactualizar al peronismo.