Se recibió de farmacéutica en San Luis, trabajó en Eduardo Castex y volvió a Winifreda donde abrió su propia farmacia
Defendió la universidad pública y gratuita, que para ella fue muy importante, caso contrario “me hubiese sido imposible acceder a la educación superior”.
En la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis, Analisa Soncini, se recibió de farmacéutica para orgullo de su familia, que siempre apostó por ella.
Después de trabajar durante siete años en una localidad pampeana, decidió regresar a su pueblo natal donde inauguró su propia farmacia la cual bautizó “Santa Teresa” en homenaje a su abuela Teresa Bruno de Soncini.
La profesional de 34 años se siente reconfortada porque concretó su proyecto laboral, el que había ideado durante sus años de estudiante. En días más cumplirá dos meses de actividad comercial y brinda una atención personalizada, cálida y aconsejada a cada #winifredense que acude a su local, muy necesaria en tiempos en que la sociedad vive alterada por la #pandemia de #coronavirus.
Analisa vivió su niñez en la zona rural donde también cursó su primaria en la recordada Escuela del Lote XII. Finalizada esa etapa, se trasladó al pueblo para cumplir con la Educación General Básica y los estudios secundarios en el colegio “Cristo Redentor”. Una vez egresada, partió hacia la provincia puntana en busca de su título de #farmacéutica.
“Había elegido esa carrera varios años antes de terminar el secundario. Y durante el primer año de cursada en la Facultad una de las materias consiste en armar un proyecto para el futuro y el mío fue la farmacia con el nombre de mi abuela”, recordó con satisfacción.
Durante la entrevista defendió con énfasis a la universidad pública y gratuita dado que para ella fue muy importante, caso contrario “me hubiese sido imposible acceder a la educación superior”.
Nunca le faltó el apoyo familiar. “Mis padres hicieron un esfuerzo gigante para que yo pudiese estudiar y mis hermanos siempre me ayudaron mucho”, manifestó agradecida. El 27 de abril de 2012 terminó la cursada después de rendir la última materia: Etica y Legislación. El diploma lo recibió en julio del mismo año, en un acto celebrado en el Aula Magna de la Alta Casa de Estudios.
Junto a ella estuvieron su padre Néstor, su madre Lucía, su hermano Gabriel y su hermana Bibiana.”Ese día hubo una mezcla de sensaciones: mis padres se sentían orgullosos por ver a su hija recibida al igual que mis hermanos. Yo estaba muy feliz y a la vez sentía un desapego por dejar la facultad”, rememoró.
En agosto, volvió a La Pampa donde consiguió trabajo en una #farmacia de Eduardo Castex. Primero como empleada y después como directora técnica. “Me sirvió muchísimo para aprender sobre el funcionamiento del negocio y sobre todo para tratar con los pacientes”, comentó sobre esa experiencia. Con el tiempo se acrecentaban sus ganas de independizarse. Vio la oportunidad de hacerlo cuando en Winifreda cerró la histórica farmacia de Rubén Priotti. Al principio tuvo temores por la escapada del dólar y el aumento de la inflación. “Dale para adelante, es ahora o nunca”, fue el aliento de su pareja “Cachi” Lezcano y de sus familiares. Con ese empuje emocional, en noviembre de 2019 alquiló un inmueble y decidió remodelarlo completamente invirtiendo un crédito de la Ley de Promoción Económica del gobierno provincial que gestionó en la municipalidad de esta localidad. El 8 de febrero pasado abrió las puertas de su farmacia, dividida en sectores de atención al público y niños, además tiene un depósito, laboratorio e inyectatorio. La bautizó “Santa Teresa” en honor a su abuela. “Ella siempre creyó en mí. Cuando llegaba de San Luis enseguida iba a su casa a tomar mate. Lamentablemente falleció dos años antes de que me recibiera”, contó con cierta nostalgia. Anexó venta de artículos de emprendedoras pampeanas: “Artis” cosmética natural, “Lolas” complementos y “Perdue” diseño.