Un trágico accidente ocurrido en la madrugada del sábado 4 de enero en General Pico ha generado conmoción y un intenso debate en la comunidad. La colisión entre una camioneta Dodge RAM, conducida por el futbolista Rodrigo Garro, y una motocicleta Guerrero Trip 110 cc. resultó en la muerte del motociclista, Nicolás Chiaraviglio, de 30 años.
El siniestro tuvo lugar cerca de las 2 de la mañana, en la intersección de las calles 300 y 108. Según declaraciones del abogado de Garro, el futbolista venía de una cena familiar celebrada por su cumpleaños, donde había consumido alcohol “en una o dos ocasiones”.
Datos clave de la investigación
Las primeras pericias realizadas por las autoridades revelaron que Garro tenía 0,54 g/l de alcohol en sangre, superando el límite permitido en la jurisdicción, donde rige la ley de alcohol cero. Por su parte, se presume que Chiaraviglio circulaba sin casco y con la motocicleta en condiciones irregulares, ya que aparentemente no tenía las luces encendidas ni ciertos plásticos de la carrocería.
Adicionalmente, informes recientes complicaron la situación del fallecido motociclista:
Se detectó que Chiaraviglio conducía con 1,56 g/l de alcohol en sangre.
También dio positivo en marihuana y cocaína.
Su licencia de conducir estaba vencida desde septiembre de 2022.
Avances en la causa
Rodrigo Garro fue detenido tras el accidente, pero recuperó su libertad la mañana siguiente. En la audiencia de formalización llevada a cabo el domingo 5 de enero, se le imputó el delito de homicidio culposo por la conducción de un vehículo automotor. Como medida preventiva, se le prohibió conducir, aunque no se le restringió la salida del país.
El fiscal Francisco Cuenca, a cargo de la causa, confirmó que las pericias para determinar las velocidades de ambos vehículos y el estado de las luces de la motocicleta aún están en curso. “Es necesario realizar un análisis exhaustivo de todos los elementos para determinar el grado de responsabilidad de cada uno”, explicó.
Un llamado a la reflexión
Este caso ha puesto nuevamente en foco la importancia de respetar las normas de tránsito, desde la prohibición del consumo de alcohol y drogas hasta el uso de elementos de seguridad, como el casco y luces reglamentarias.
Mientras se aguardan los resultados de las pericias restantes, el trágico desenlace de este accidente resalta la necesidad de tomar conciencia sobre los riesgos asociados a la conducción imprudente y bajo los efectos de sustancias. La comunidad permanece atenta a los avances en la causa, en busca de justicia y claridad sobre las responsabilidades.
