Debido a la corrida cambiaria, los productores frenaron el envío de hacienda a Liniers hasta tanto el dólar se estabilice y eso empujó los precios de la carne. En promedio las subas fueron de alrededor del 15%. En La Pampa el lunes ya se verificaban incrementos en algunos cortes.
Según datos publicados por el Mercado de Liniers, entre el lunes y miércoles se comercializaron 13.100 animales mientras que la semana pasada fueron 19.275, una baja del 47%.
La poca oferta produjo un alza de los precios ante una demanda que sigue firme. La categoría novillitos, que hasta el viernes tuvo un valor promedio de $66 el kilo vivo, pasó ahora a $72. En el caso de la vaquillona, el aumento fue de $63 a $68.
«El productor está tratando de ver qué es lo que está pasando, con lo cual hasta que no se aclare un poco el panorama se van a retener los animales», dijo al diario económico BAE el ganadero y vicepresidente tercero de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Mariano Williams.
Para el ganadero «no se está especulando, sino por el contrario, cuidando un producto que costó tenerlo y que es el único sustento económico, y no perder plata frente al período inflacionario». fuente Diario Textual