EDUCACIÓN PERSONALIZADA Y VIVENCIAS RURALES
La Escuela rural 138 de «El Guanaco» acaba de cumplir 70 años de historia. Está ubicada a unos 20 kilómetros al sur de Winifreda, al costado de la ruta nacional 35. Fue construida por la buena intención de los colonos de la zona y abrió sus puertas el 21 de julio de 1949. Su primer docente y director fue Rafael Benjuya. El edificio educativo fue bautizado con su nombre en 1999 en ocasión de festejarse las bodas de oro. Sus paredes están asentadas en adobe y resisten el paso del tiempo. En 2017 dejó de funcionar por las inundaciones y un año después reabrió sus puertas por decisión de Provincia.
La docente winifredense, Silvia Domke, se desempeña como directora y educadora desde hace dos años. Brinda sus conocimientos a seis alumnos: uno de nivel inicial, uno de segundo grado, uno de tercero, dos de cuarto y uno de quinto. Tienen una mascota: la gata «Luna».
Educación personalizada.
«Haremos un festejo interno este mes con los chicos y sus familias», adelantó Domke al cronista de LA ARENA cuando fue a visitarlos. Recordó que lleva 18 años en la docencia, los últimos dos como maestra rural, vivencia que le trae gratos recuerdos de su infancia dado que ella cursó sus estudios primarios en la escuela de campo del Lote XIII con la docente María Angélica González.
«Es una experiencia súper rica y hermosa porque tengo alumnos muy tranquilos, tienen muchas ganas de aprender y jamás dicen no a las actividades que les propongo», resaltó. Desde su llegada estuvo «desempolvando» la historia de la escuela y encontró un libro escrito por Benjuya.
«Llega el 18 de julio, durante dos días hace las inscripciones y el 21 comienza con las actividades escolares. En 1955 fue el año con mayor matrícula: 33 alumnos», contó.
Hoy son seis niños, de los cuales dos son nacidos en La Pampa y los demás en otras provincias: uno es chaqueño, una de la provincia de Buenos Aires, otra de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y uno de Corrientes. «Hace tantos años que están en la provincia que ya los consideramos pampeanos», apuntó Domke.
Viven en predios rurales con sus familias y son trasladados a la escuela por una combi de Winifreda contratada por el Ministerio de Educación. Todos comparten un aula en el turno tarde.
«La educación es muy personalizada, muchas veces estamos todos sentados alrededor de la mesa de jardín trabajando y los niños mayores, cuando los más chiquitos no entienden algo, están constantemente ayudándolos», indicó Domke.
Además de los contenidos básicos, los alumnos reciben clases de inglés una vez por semana, y cada 15 días se acercan a la Escuela rural 100 de colonia «El Destino» donde talleristas imparten arte y educación física en el marco del programa «Sábados con Actividades Juveniles», que en la zona se desarrolla un día viernes.
Los alumnos reciben una merienda «variada y saludable» compuesta por pan con queso y dulce, yogurt, cereales, gelatina, frutas, fiambres magros más leche pasteurizada y agua mineral. La cooperadora está integrada por cinco familias que brindan un «apoyo incondicional».
Reapertura.
El edificio educativo y su salón de bailes fueron afectados por las intensas lluvias de 2017 cuando la famosa laguna de «El Guanaco» había crecido de una forma descomunal por la elevación de napas. En aquel momento los alumnos fueron «adoptados» por la Escuela 104 de Winifreda.
«Ingresé a trabajar el año pasado justamente cuando se reabría y se le han hecho muchas reparaciones. Según consta en el libro histórico tiene base de adobe y esta revestida por ladrillos y sin embargo ha soportado las inundaciones. El agua había entrado a la sala donde los chicos meriendan incluso mojó muebles y a pesar de eso se mantiene en pie», ponderó la maestra. Asimismo, consideró «importantísimo» que Provincia «haya decidido reabrirla, incluso tuvieron que hacer un trabajo muy específico con el pozo ciego. Han enterrado un tanque de 5.000 litros con una cañería de decantación. Los residuos del baño van a ese depósito». Un portero se ocupa de la limpieza del patio, donde hay juegos infantiles. La gata «Luna» lo ayuda espantando a los roedores.
Premios.
Los alumnos participaron de varios concursos y ganaron premios. Según relató la directora, «el año pasado hemos tenido un montón de reconocimientos». Cecilia, alumna de quinto grado, fue una de las ganadoras del Quinto Concurso de Dibujos «Juegos de ayer y hoy», que todos los años promueve la Dirección de Ayuda Financiera para la Acción Social (Dafas) junto al Ministerio de Educación. Sus creaciones fueron hamacas, la rayuela y un juego virtual. El premio consistió en una bicicleta más 6.000 pesos para la escuela, dinero que se utilizó para viajes educativos.
Esta alumna también ganó el concurso de cuentos «Más árboles, más vida», organizado por la comuna de Winifreda. Por su parte, los más chiquitos obtuvieron el segundo lugar en un concurso literario sobre seguridad vial impulsado por Educación de La Pampa y ganaron cascos de bicicletas. Y este año todo el grupo ganó una bicicleta para cada uno tras participar de un concurso de dibujo infantil organizado por el gremio Uatre.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 10/08/2019 >