Un desconocido asaltó violentamente una heladería en Winifreda, ubicada en la calle 25 de Mayo. La damnificada fue la vecina María Rosa García quien es propietaria de dicho local. El robo ocurrió el lunes a las 23.20 cuando un joven encapuchado la amenazó con un arma blanca y se llevó la recaudación.
«Me asustó el cuchillo», afirmó la comerciante. Una vez consumado el delito, el ladrón se dio a la fuga en moto conducida por un cómplice que lo esperaba.
«Me tocó vivir otra experiencia de inseguridad», dijo y relató «estaba sola a punto de cerrar porque ya casi no había movimiento. Cuando fui a la cocina escucho que se abre la puerta. Era un joven que me pide tres latitas de cerveza, cuando las saco de la heladera le pega una patada fuerte y me tira las bebidas. Saca un cuchillo de su campera y me exige la plata». García trató de calmarlo y se arrimó a la caja.
«Fue todo tan rápido, sinceramente no tenía ganas de darle el efectivo pero saqué todo lo que había recaudado durante el día, hice un rollito y se lo di. En ese momento le pegó una patada a la caja y se cayó todo al piso», continuó. Cuando se dio vuelta para marcharse, en un rapto de valentía, la mujer lo empuja contra unas repisas de golosinas y se le cae el cuchillo. «Se levanta, agarra el arma, me rasguña un brazo y me zamarrea la cabeza. Luego, huye llevándose por delante el tacho de la basura y con muchos nervios cierro la puerta de la heladería y veo que otra persona masculina lo estaba esperando en una moto que alcanzo a ver. Dan una vuelta en u y se marchan».
Precisó que el intruso «era joven, vestía una campera verde cemento, tenía la capucha puesta sinceramente ni sé el color de pelo que tenía; si le vi en una de sus manos un guante negro de látex». En cuanto a su voz «la tengo en la cabeza pero no la reconozco». Confió que pasa demasiado tiempo en el comercio y cuando sale a la calle no le presta mucha atención a la gente que va y viene, en cambio saluda a sus amistades.
«Sinceramente para mí (el ladrón y su cómplice) no son del pueblo. Lo único que les deseo es que estén bien», dijo en tono conciliador.
García señaló que el asalto habrá durado unos cinco minutos y sucedió después de que cerrara la boletería de la terminal y se fuera el último colectivo. Los demás comercios de la zona no abren los lunes. Además, «un vecino que tiene una cámara no estaba grabando, varias cámaras de seguridad dejaron de funcionar a las 23.12 en distintos lugares del pueblo y no había nadie en la heladería, es decir, se le dio todo (al ladrón) como para que actuara». Desesperada llamó a la policía y a sus familiares. «Todos se preocuparon por mí y se los agradezco. Gracias a Dios estoy bien. Los policías enseguida salieron a rastrillar el pueblo», indicó.
Intento de robo.
Cabe recordar que el 3 de Julio de 2012, García ahuyentó a un ladrón que entró a su casa en forma violenta arrojándole una plancha que estaba usando. Horas después la policía detuvo a una persona oriunda de Mendoza, de 18 años, que trabajaba en un circo y le abrió una causa judicial.
«Esta vez me asustó el cuchillo, si no hubiese tenido el arma yo que soy bastante impulsiva te juro que algo le hubiese hecho. Por lo menos se llevó un empujón, al otro le di un planchazo», dijo en medio de la amargura.
Este robo se suma a otros hechos delictivos como hurtos de bicicletas, «los cuales siento mucho porque hay gente que labura para tener algo, pero el susto más grande me lo llevé yo. A partir de ahora tomaré precauciones. Espero que no sigan pasando estas cosas en mi pueblo querido», finalizó.
«Ojalá sea un hecho aislado»
«Ojalá que estemos ante un hecho aislado», anheló el comisario Juan Bustos Paulino, a cargo de la investigación del asalto a la heladería. Confirmó que el asaltante se llevó unos 3.000 pesos. En las últimas horas apareció una pista que luego se desvaneció.
Dos cámaras de seguridad instaladas en comercios particulares grabaron a una motocicleta con dos ocupantes circulando por el pueblo minutos después de las 23. La imagen de la moto fue mostrada a la damnificada, quien asegura que no es la que ella observó: una de color negra de alta cilindrada.
«Estamos tratando de recabar más pruebas, lo que sí podríamos descartar es que la persona que ingresa al local sea de acá», apuntó. Pidió «no estigmatizar» a los pobladores de otras localidades que decidieron radicarse en el pueblo. «Continuamente realizamos tareas de identificación de personas y averiguamos sus antecedentes. No solo los foráneos cometen este tipo de hechos también los locales pueden llegar a ser responsables», finalizó.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 09/08/2019 >