Este mes fue muy movilizante para la vecina winifredense Clementina Reinhardt porque el 17 cumplió un siglo de vida y cuatro días después le festejaron su cumple centenario. La mujer más longeva del pueblo es hija de inmigrantes y lleva 100 años y 13 días vividos a la fecha. En la comodidad de su hogar está acompañada por uno de sus hijos y su cuidadora Alicia Tacunau. Su otro hijo también reside esta localidad.
Clementina nació el 17 de julio de 1919 en Mauricio Mayer, donde se establecieron su padre Jerónimo y su madre Ana María Vilhen. Ambos eran alemanes del Volga y en barco emigraron desde Rusia a la Argentina en busca de un futuro mejor. Fue la menor de siete hermanas y un hermano, todos fallecidos. «Quedé yo sola en la familia», recordó con voz pausada ante el cronista de LA ARENA de visita en su domicilio.
En el campo, desde muy joven realizó variadas actividades rurales, algunas livianas y otras pesadas. En la década del cuarenta sus progenitores compraron varios predios rurales, uno de ellos en Winifreda, que aún tienen. Clementina se casó con Jerónimo Alles y fruto de esa unión matrimonial nacieron sus dos hijos varones: Abelino y Atilio. Tiene cuatro nietos: Fabricio, Mariano, Marcos y Maximiliano. Y siete bisnietos: Agustín, Irina, Tomás, Jerónimo, Joaquín, Paulina y Delfina. Todos los mencionados más otros familiares directos como un sobrino que viajó desde la ciudad bonaerense de Bahía Blanca y amistades estuvieron en su fiesta de cumpleaños, celebrada en el restaurante del hotel de la cooperativa eléctrica.
La cumpleañera fue maquillada por la comestóloga local Marilina Lej. «Tuve el honor de maquillar a Clementina para su fiesta de cumpleaños. Una satisfacción tanto en lo profesional como en lo personal. Bella mujer y con una fortaleza admirable», escribió la profesional en Facebook.
La mujer centenaria ingresó al salón de eventos en su silla de ruedas, acompañada por sus hijos, cuatro nietos y cuidadora. Se levantó apoyada en su andador y saludó a los presentes, quienes la aplaudieron y la llenaron de caricias, besos y abrazos. Todos quisieron sacarse una foto con ella. Recibió muchos regalos, entre ellos, plantas, flores, tazas de café, chocolates, ponchos. La fiesta se extendió durante toda la tarde y Clementina se mantuvo sonriente y alegre.
Su rutina.
Su vida transcurre en su vivienda donde diariamente recibe la visita de sus nietos -a quienes ayudó a criar- y bisnietos. «Me siento muy mimada por toda mi familia, están pendientes de mí y me alegran la vida», expresó.
Su hijo Atilio vive con ella al igual que su cuidadora. Esta le brinda cuidados, comprensión y oído. Sobrelleva con entereza una enfermedad crónica del sistema nervioso la cual tiene controlada. Para ello toma cuatro pastillas por día. Es por eso que afirmó «me siento bien» y Alicia apuntó «no tiene colesterol, escucha y ve bien las letras de la televisión. Además tiene una bicicleta fija que usa para movilizar sus piernas».
Clementina «es muy coqueta, le gusta estar bien vestida», dijo Alicia. Asimismo, agregó «es una excelente persona, jamás la vi enojada ni agresiva. Somos muy compañeras, hemos llorado y reído juntas. Ella hizo mucho por mí y siempre me respeta».
Clementina también tiene sus momentos de distracción. «Con ella nos vamos a los bailes organizados por el Centro de Jubilados y a fiestas familiares. La pasa fantástico escuchando música», contó Alicia.
Una década de cuidados
Alicia Tacunau llegó a Winifreda proveniente de Quemú Quemú. Es sobrina de los hermanos Néstor Eduardo y Nelson Abel Tacunau, oriundos de Trenque Lauquen, que integran el reconocido dúo folclórico argentino Los Indios Tacunau. La última vez que los vio en La Pampa fue hace más de diez años y después no tuvo más contacto con ellos. Desde hace una década se dedica exclusivamente al cuidado de Clementina Reinhardt y del mantenimiento de su casa.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 30/07/2019 >