La empresa Aerolíneas Argentinas finalmente modificará el horario de sus vuelos de ida y regreso a la ciudad de Buenos Aires desde el 11 de septiembre y dejará de lado la modalidad actual para regresar a la anterior, es decir llegada desde BA y regreso casi de inmediato al Aeroparque Jorge Newbery, en horas de la noche.
Ayer, fuentes inobjetables confirmaron a LA ARENA la decisión que se informó semanas atrás y que, además de la comodidad para los usuarios de la ida a primera hora de la mañana y regreso por la noche, crea zozobra entre el personal que la empresa de bandera tiene afectado en Santa Rosa ya que se evitaría el doble turno y muchos de ellos podrían perder su trabajo.
La información concreta no pudo ser confirmada en forma oficial ya que ayer el jefe de Aerolíneas en Santa Rosa, Carlos Maurel, se negó a tocar el tema y dijo que «toda información de la empresa debe canalizarse por la oficina de prensa» y aseguró que no está «autorizado» a dar información a los medios.
Otras fuentes del aeropuerto local, sin embargo, confirmaron la noticia y dejaron ver la preocupación respecto del futuro de varios trabajadores al «achicarse» a un único turno la tarea de recibir y despachar el vuelo.
Cambios.
Desde septiembre, mencionan el 11, el avión saldrá desde Buenos Aires a última hora de la tarde y volverá a partir casi de inmediato, por lo que se esfuma la chance por muchos utilizada hoy de ir hacia la metrópoli por la mañana temprano y regresar por la noche, obviando el gasto de alojamiento que en estos casos volverá a ser inevitable.
Desde la empresa evalúan como muy positivo el actual esquema desde el punto de vista de la ocupación de las aeronaves. Sin embargo no se podrá saber en forma fehaciente qué motiva el cambio.
Como sabemos en el interior del país, Dios está en todas partes pero atiende en la Capital. Y además toma descanso los fines de semana, lo que junto a la negativa de Carlos Maurel de ofrecer información para no desobedecer directivas de más arriba dejarán hasta que eso ocurra espacio para especulaciones.
En el aeropuerto local, las caras de algunos trabajadores son de preocupación. En su momento fueron ellos los encargados de decir que había rumores serios sobre los cambios en el vuelo, lo que ahora ratifican pero con más preocupación que antes, porque saben que la situación traerá dolores de cabeza a algunos de ellos que, en el mejor de los casos «pueden ser trasladados», indicaron. También, y paradójicamente, escucharon algunas quejas del jefe local Maurel cuando este medio publicó semanas atrás la noticia del cambio que viene respecto de que no se lo había consultado y se habían dicho algunas inexactitudes. Y ahora, que fue consultado, no puede hablar. fuente La Arena
