ARTEMIO LOPEZ DESCONFÍA DE LAS MEDICIONES QUE MUESTRAN UNA RECUPERACIÓN DE MACRI
Artemio López aseguró ayer que no está realizando mediciones de intención de voto por estos días. Afirmó que recién después de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) se conformará el escenario electoral y la población comenzará a tomar decisiones electorales. En ese sentido, cuestionó los sondeos que, al decir de varias noticias que circulan en los medios de la Capital Federal, están marcando una recuperación de la intención de voto del presidente Mauricio Macri.
«Un cigarrillo y una encuesta favorable no se le niega a nadie en Argentina, así que no me llama la atención porque las encuestas son dispositivos de comunicación de los candidatos y por lo tanto forman parte de la campaña», dijo. Así las cosas, el sociólogo recomendó dejar de lado estos resultados y prestar más atención a la situación económica.
«El primer semestre va a cerrar con 22 puntos de inflación general y 30% en alimentos y bebidas, por lo tanto, la circunstancia del ingreso de las familias, más el desempleo de dos dígitos, más el subempleo en dos dígitos también, la caída salarial hacen un combo complicado para las aspiraciones de Cambiemos», indicó en diálogo con Radio Noticias 99.5.
-¿Y esto cómo influye en la decisión del voto? -Falta mucho para la elección. El clima electoral recién se va a consolidar después de las PASO. La gente una vez que observe el resultado de las PASO va a tomar decisiones electorales. Probablemente ahí apure decisiones y de alguna forma oficie la primera vuelta como un cuasi ballotage, ahí va a haber voto útil también. Hay que esperar que se consolide el escenario, hoy por hoy la primacía la tiene la lista opositora. Las diferencias oscilan, pero lo importante es que si usted analizaba esto hace un año y medio atrás es muy probable que la situación hubiera sido de paridad, pero eso ya se rompió claramente a la luz de la crisis socioeconómica. Y, como la política económica no va a mejorar, las circunstancias electorales para el oficialismo van a empeorar.
-¿Dónde está el 49% que votó a Scioli? -Eso fue en ballotage, hay que esperar. Creo que hay una buena parte del electorado oficialista que no va a acompañar la propuesta de Cambiemos porque ha sido muy perjudicial para sus propios intereses socioeconómicos. Y Cristina Kirchner aporta a nivel nacional un piso de 35% de votos, eso hace que el reloj de la fórmula opositora empiece a medir a partir del 35% con lo cual merodear el 40 no es ninguna novedad para una fórmula que incorpore a CFK. Esto en la fórmula Fernández-Fernández se ve claramente en todas las encuestas.
-¿Cómo funciona el odio como captador de votos? -Sin odio no hay macrismo. Frente a la ausencia de resultados de gestión, obviamente Cambiemos apela a constituir un núcleo duro de discurso y de votantes que están articulados e interpelados por el odio a lo que es diferente, el odio a la alternativa… El nivel de impostura de los discursos oficialistas es nunca visto, yo nunca vi un nivel de agresión por parte de los candidatos oficialistas como el que estamos viendo en la actual campaña, donde una de las víctimas propiciatorias fue el candidato a gobernador Axel Kicillof, que fue acusado de cualquier cosa. Da vergüenza que en pleno siglo XXI se acuse a alguien por sus ideas políticas o por lo que creen que son sus ideas políticas, una cosa decimonónica, atávica. Esto no hizo más que confirmar la posición de triunfo de Kicillof, porque, si hay un distrito donde existe una tendencia de triunfo para la fórmula FF y de arrastre es la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, la desesperación del oficialismo, y en particular de la gobernadora Vidal, que rompió su cara angelical, obedece a que ellos saben que van a perder la provincia. El odio forma parte de la argamasa del núcleo de sentido con el que llenan la falta de resultados de gestión, pero con eso no se ganan elecciones.
-¿No cree que para el panorama socioeconómico actual el caudal de votos del macrismo es elevado? -Es importante. Este tipo de proyectos políticos suelen gozar de un tiempo de acompañamiento por parte de la ciudadanía. No olvidemos que le pasó a Eduardo Angeloz, después de las hiper de Alfonsín y le pasó lo mismo al menemismo, con el desastre que produjo en términos socioeconómicos, tuvo respuestas electorales hasta en el año 2003, cuando sacó un 25% de los votos. Entre Menem y López Murphy sacaron casi el 40% de los votos dos años después de la crisis de 2001. Hay un núcleo de ciudadanos que acompaña pero con eso no se ganan elecciones. Puede haber un volumen electoral que a nosotros nos llame la atención porque al momento de decidir el voto hay otros fenómenos que concurren. Y el trabajo de medios es muy operativo sobre todo en determinados segmentos poblacionales. Yo nunca vi un involucramiento de parte del aparato mediático mayoritario tan grande detrás de un gobierno. Y no olviden el enorme financiamiento de la campaña de Macri a través del Fondo Monetario Internacional, que es inédito. El FMI se comporta como partido político y se define como un organismo de crédito. fuente La Arena