«Este modelo económico no funciona porque estamos todos sobreviviendo y tratando de mantener las fuentes laborales. No es beneficioso para el trabajador, ni para las pymes y tampoco para algunas grandes empresas. Quizás le sirve al que exporta, pero el resto estamos totalmente perjudicados», evaluó ayer Osvaldo Sarria, uno de los titulares de la empresa castense Transporte San Carlos.
«Nosotros estamos atravesando la misma situación que el transporte de pasajeros porque el costo del combustible nos quita mucha rentabilidad y eleva los costos operativos, y los aumentos de los peajes en algunos casos alcanzan el 1.800 por ciento», detalló el entrevistado.
Desde hace décadas la empresa Transporte San Carlos cubre la línea Eduardo Castex-Buenos Aires-Rosario, y traslada productos para comercios de varias localidades de la zona centro y norte de La Pampa.
Actualmente «entre 14 y 15 familias comen de este emprendimiento», destacó Sarria. E indicó que el transporte de encomiendas lleva seis años de recesión: los últimos dos años del gobierno anterior y los cuatro años de gestión de Mauricio Macri. «No sabemos qué va a pasar en las elecciones y si esta situación se va a revertir. Recuperar el mercado llevará dos o tres años más y así vamos a llegar a una década perdida», analizó.
Modelo perjudicial.
El entrevistado explicó que el actual modelo económico es perjudicial para la mayoría de los sectores de la economía porque beneficia a la especulación financiera. «La única manera de poner en funcionamiento nuevamente la economía es ponerle dinero en el bolsillo al que trabaja porque es el que más consume, pero parar la inflación con recesión va a ser mortal para muchos sectores», destacó.
«Acá lo que se cierre no abre más y hoy comenzar un emprendimiento es prohibitivo por los altos costos que existen», consideró.
-Sarria, ¿cayó la cantidad de bultos que trasladan semanalmente? -No. La cantidad de bultos no disminuyó, pero como el poder adquisitivo se redujo también se compran cosas de menor calidad.
-En el caso de su empresa, ¿tuvo que disminuir las frecuencias semanales con Buenos Aires y Rosario? -No. No redujimos las frecuencias, pero hemos buscado alternativas y afortunadamente hasta ahora las venimos encontrando, pero no es fácil mantener el servicio, todo quieren trabajar, es mucha la competencia. Cuando ocurren estos procesos políticos económicos en el país, lamentablemente perdemos todos, desde el asalariado, el que tiene una pyme e incluso algunas empresas grandes. No hay rentabilidad. Son pocos los que se ven beneficiados en este contexto.
-¿Disminuyó la cantidad de empleados? -No. Nos comprendemos mutuamente para mantener las fuentes laborales, porque al empleado no le alcanza y a nosotros no nos alcanza el presupuesto Tampoco hay crédito para inversiones y cuesta renovar la flota. Es todo muy complejo.
-¿El comercio electrónico en qué porcentaje afectó a las empresas de transporte del interior? -Nos afectó. Por ejemplo Mercado Libre contrata empresas grandes, como Correo Argentino, y los transportes del interior quedamos afuera; pero esto también le pasa al comerciante local porque mucha gente compra on line. En esto pierde el comercio local y perdemos las empresas de transporte.
-Circuló la versión que podían abandonar el servicio… ¿esto es una realidad o una versión callejera? -No sé qué irá a pasar con las políticas venideras. Nosotros estamos esperando que esto cambie. Seguimos aguantando. Rentabilidad ya no hay hace bastante tiempo, nos venimos manteniendo. El tiempo pasa y no hay nada que nos indique que estas políticas recesivas van a cambiar. Y no podemos aumentar el servicio porque te quedás sin trabajo, porque hay mucha competencia y todos necesitamos trabajar. Y cuando pasan estas cosas, el mercado se destroza. La Arena