Rosario Peletay es una enfermera oriunda de Chos Malal que desde septiembre de 2018 está a cargo de la Posta Sanitaria del lugar. Ella es integrante de la comunidad que habita esa zona desde hace siglos y logró su título de grande mediante una titánica lucha. Ayer, en las redes sociales, se viralizó una foto suya cambiando una rueda de la ambulancia que tiene asignada, para llevar la asistencia a su pueblo.
El Centro de Salud está enclavado en una zona inhóspita, distante de todos los centros poblados, a 60 kilómetros de La Humada y a casi 200 kilómetros de Santa Isabel, donde para llegar se debe recorrer unos 150 kilómetros por caminos de tierra. En esa zona atiende a unas 23 familias -alrededor de 170 personas- que están radicadas en un amplio radio, y les brinda la atención primaria. Un trabajo que demanda, además de esfuerzo, mucha vocación.
La historia.
Este diario en aquella ocasión se hizo eco de la conmovedora historia de Rosario reflejando una nota con Radio Noticias, que es bueno refrescar. Ya que, desde pequeña, la ahora enfermera superó con creces cada obstáculo que le deparó la vida: comenzó a estudiar de grande, culminó el secundario a distancia y para ir y volver del pequeño paraje hacia la localidad mendocina de General Alvear, en donde realizó sus estudios, debía hacer dedo ya que no podía costear dichos traslados. Sin duda, todo un ejemplo de lucha.
La noticia significó un hecho de especial significación tanto para los habitantes de la zona como para la propia enfermera, ya que es oriunda del pequeño paraje de fuertes raíces de pueblos originarios. «Desde el momento en que la Subsecretaría de Salud me nombra para dirigir el Centro de Salud de Chos Malal, fue todo un orgullo porque yo nací acá», aseguró la enfermera.
«Todavía no puedo caer de la alegría, de la emoción que tengo porque se me dio todo por lo que yo había luchado. Yo había hecho una suplencia en enero de 2017, acá en este Centro de Salud, de unos diez días más o menos. Bueno, de ahí cubrí a Santa Isabel, La Humada, para después trabajar en Algarrobo, en Rolón y de ahí en diciembre pase a 25 de Mayo», agregó.
Volver al terruño.
El subsecretario de Salud, Gustavo Vera informó en aquella oportunidad que «la enfermera realizará trabajos de atención primaria de la salud, control de vacunación de los niños, control de enfermedades crónicas de pacientes, entrega de medicamentos, y controles de EPOC. Todas las acciones serán cumplimentadas por la visita del profesional médico una vez por semana, y contará con un vehículo para el transporte hacia La Humada. Creemos que es algo muy importante para estas personas que viven esta zona, en el oeste profundo de La Pampa».
Y para cumplir con esta tarea Peletay debe realizar periódicamente extensos recorridos para visitar a los habitantes, quienes viven dispersos en el área, «En estos días se hace un recorrido porque los puestos están a 4 kilómetros, los más lejos a 10 o 12 kilómetros. Hay muchos pacientes con diabetes, con hipertensión, y por eso se le lleva la medicación y así se los controla», explicó la profesional.
Justamente en una de las tantas visitas, realizadas en las últimas horas, se le pinchó una de las ruedas del vehículo sanitario y no dudó en tirarse debajo y cambiarla para seguir llevándole salud a sus vecinos. La situación, al difundirse por las redes sociales, se visualizó y produjo la admiración de los pampeanos que accedimos a ese maravilloso gesto que demuestra cómo Rosario hace patria desde su patria chica. fuente La Arena