Los apicultores pampeanos apuestan a la miel orgánica. Argentina exporta el 90 por ciento de su producción. En La Pampa hay más de 300 apicultores.
La miel orgánica gana mercados en el país y en el mundo. Los apicultores pampeanos apuestan a profundizar el mercado interno para un mayor consumo del producto por parte de los argentinos.
Argentina exporta el 90 por ciento de la miel que se produce. La Pampa cuenta, según estadísticas oficiales, con más de 300 apicultores involucrados directamente en la actividad y tiene, además, casos emblemáticos de vecinos que recibieron importantes premios a nivel nacional por la calidad del producto.
El victoriquense José Ziaurriz, productor que elabora bajo la marca comercial Elkargune, es uno de ellos porque hace dos años obtuvo el primer premio en la categoría “mieles claras” en el 19º concurso internacional de mieles multiflorales, organizado en el marco de la Fiesta Nacional de la Apicultura y de la 22 edición de la Exposición Apícola del Mercosur, que se realizó en la ciudad entrerriana de Macia.
El producto cosechado en el oeste provincial fue elegido como la mejor miel clara de Argentina, entre cien muestras provenientes de distintas provincias. “Es un premio al esfuerzo y a la dedicación”, dijo, previo a confirmar que su miel ya llega al exigente mercado europeo y próximamente al musulmán y árabe merced a las certificaciones bajo los ritos Kosher y Halal.
Ziaurriz aconsejó el consumo del producto orgánico, distintivo porque las colmenas se encuentran ubicadas en el interior del cardenal pampeano, con florecimientos naturales provenientes de especies autóctonas como el piquillín, caldén, chañar, algarrobo, jarillas o azahar del monte, zonas “donde no existe el sembradío de soja o girasol que necesitan distintos agroquímicos, herbicidas o fertilizantes, el nuestro es un producto netamente natural”.
El apicultor Aurelio Oscar Mellinger elabora “Emeley” desde hace un cuarto de siglo en la zona de Macachín y hace seis años decidió, junto a su esposa María Inés, darle mayor agregado al producto instalando una fraccionadora y obteniendo inmediatamente la certificación correspondiente para comercializar su miel “libre de gluten”. Como en otros casos, Aurelio decidió proseguir su vida laboral activa como productor mielero, luego de un extenso pasaje por la actividad privada. “Resultó un esfuerzo, me jubilé hace poco y ahora tengo más tiempo para dedicarle a la actividad. Tenemos 250 colmenas pero estamos en vías de comprar porque no nos alcanza la producción. No vivimos de esto, pero seguimos apostando a la actividad, tuvimos temporadas buenas y malas, con vaivenes climatológicos como en todas las producciones pampeanas, pero no bajamos los brazos porque es una actividad apasionante”, afirmó.
Javier Claudio Sanso, desde hace 25 años en Toay, es otro de los exponentes pampeanos en la actividad apícola. Elabora, fracciona y vende su producto bajo el nombre comercial “Néctar del Monte”, una miel ciento por ciento natural y pampeana fruto de unas 3 mil colmenas (500 orgánicas) que el apicultor posee en zonas de Catriló, Lonquimay, Miguel Riglos y Winifreda. “Néctar del Monte es una miel totalmente natural, sin ningún aditivo. También trabajamos la orgánica y es una ventaja porque se produce en pleno monte, es multifloral porque hay gran diversidad de flores como la de caldén, algarrobo, piquillín, chañar, molle, entre otras especies. Es miel libre de contaminación porque en el monte no hay cultivo intensivo, no se utilizan fertilizantes, agroquímicos, ni pesticidas”, afirmó.
Su producto fue expuesto en la última ExpoPyMEs, y ocupa góndolas de comercios en la provincia de La Pampa. “Néctar del Monte” cuenta con el asesoramiento del Ministerio de la Producción de la Provincia y el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial).
Sanso aprovechó la posibilidad de entablar lazos comerciales a través de las misiones de empresarios a las comunidades de Dubai y Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. “Nuestra miel gusta, la miel argentina es considerada una de las mejores del mundo por su calidad, aunque no se venda tanto en el mercado interno; pero es una de las principales actividades para la agricultura familiar y las economías regionales, como varios colegas estamos buscando insertar nuestro producto en los mercados internacionales, creo que esa debería ser la búsqueda conjunta”, sostuvo.
Para el productor “lo orgánico marca tendencia en todo el mundo, la gente quiere productos sanos. En La Pampa somos tres o cuatro que hacemos orgánico en la miel, y entre todos estamos tratando de buscar el exportador para vender a granel. En el caso de fraccionado tengo que esperar una auditoría que llegará en diciembre para que me lo habilite, allí recién voy a poder etiquetar como orgánico. Son controles muy rigurosos que llevan su tiempo, no es tan fácil, pero seguimos produciendo con la mayor calidad posible. La apicultura pasó por distintos estadios, buenos y malos desde lo económico, mucha gente quedó en el camino y otros seguimos como pudimos, es todo un desafío estar y seguir”, concluyó. El Diario