Sergio Schmucler nació en Córdoba, en 1959 y se exilió en México en 1976. Hoy vive entre ambos países. Es antropólogo social y guionista. Ampliamente premiado por sus diferentes obras que van desde lo cinematográfico a lo literario, una de sus últimas creaciones es un libro que relata hechos ocurridos en La Pampa. Se llama “La cabeza de Mariano Rosas” y este 18 de mayo hará su presentación en la ciudad de Santa Rosa.
“Como otras muchas personas, me fui a México por la represión militar de los años setentas del siglo pasado. Tenía 17 años. Allá estudié, allí tuve a mis hijos, en fin, allí hice mi vida. En 1983, cuando volvió la democracia, empecé a viajar todos los años para Córdoba, pero fue hasta 2002 cuando empecé a vivir de manera más permanente aquí. A partir de ese año lo que hago es vivir dividido entre los dos países”, contó Sergio Schmucler, el antropólogo, guionista y escritor, en diálogo con LA ARENA.
Sergio a lo largo de su vida ha sido director, realizador y guionista de largometrajes, mediometrajes y series de ficción y no ficción, para cine y televisión, en México y Argentina. Fue galardonado con el premio Ariel de la Academia de Cine de México por el guión del largometraje Crónica de un desayuno en 2001, y con el premio al mejor documental testimonial por Canción de Mariano en el X Festival Nacional de Cine y Video Documental en Argentina en 2008. Además fue director del Foro Cultural Gandhi, director del Área de Producción Audiovisual de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba y profesor invitado en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México. Dirigió la revista de política y cultura La Intemperie en Argentina y la revista literaria Gilgamesh en México, y es autor de las novelas Detrás del vidrio y El guardián de la calle Ámsterdam.
“Podría decir que me ha ido y me sigue yendo bien en los dos países. Aquí, en Argentina pude terminar la secundaria y desarrollar una participación política juvenil de mucha intensidad, y allá, en México, cursé mis estudios universitarios, primero en Antropología y después como guionista cinematográfico. He logrado vivir de lo que más me gusta, que es escribir; trabajé muchos años como escritor de telenovelas para la empresa Televisa y como director de documentales para la productora de TV de la Universidad de México. Y a partir del 2003 comencé a realizar películas y series en Argentina. Por suerte me tocó vivir el gran momento que ocurrió hace unos años cuando se abrieron oportunidades tanto del INCAA como de la TV digital hacia las provincias. Y en cuanto a mi producción literaria, mis novelas se han publicado en los dos países. Con esto quiero decir que no tengo ningún derecho a quejarme”, explicó Schmucler, lo que da cuenta de su vasta obra artística.
Leubucó, La Pampa: un escenario de historias
La Pampa y más precisamente Leubucó es el escenario donde transcurre gran parte de la vida de Mariano Rosas o Panguitruz Güor, como es su nombre de nacimiento. Al preguntarle sobre el por qué eligió esta provincia y esta historia para hacer de ella una obra literaria, Sergio Schmucler respondió: “Conocí La Pampa a raíz de que me invitaron a participar en el festival de cine. Desde ese momento quedé deslumbrado por la dimensión del paisaje pampeano, y fue en ese viaje que conocí Leubucó, la tierra del lonko Panguitruz Güor. Además conocí a escritores e historiadores que me enseñaron una enormidad. Desde esa época me acompaña el libro Canto Quetral, del maravilloso poeta Bustriazo Ortiz, a quien no dejo de releer”.
En este sentido cuenta que la idea de escribir un libro sobre Mariano Rosas surgió en ese primer viaje, hace ya casi una década. “Lo primero que conocí del gran cacique ranquel fue el texto que se publicó en un diario de La Plata un día después de sus funerales. En cuanto lo terminé de leer sentí una gran necesidad de saber más, de conocer todo lo posible sobre su vida y también sobre la vida de Mansilla, que tanto lo admiro y que escribió, justamente por haberlo conocido, la obra literaria que lo consagraría como uno de los grandes escritores argentinos”. Y explaya: “Lo primero que hice fue intentar escribir el guión para un largometraje, pero después de algunos años de trabajo, me di cuenta que las herramientas literarias me servirían mucho más que las cinematográficas. Después de leer dos o tres veces “La excursión a los indios ranqueles”, me di cuenta que estaba frente a un hombre que debería ser considerado un héroe nacional. Pensé que habría que contar la historia nacional dándole lugar central a personalidades como la de él, capaz de mantener durante 20 años su territorio casi sin acciones de guerra, un hombre que supo de los dos mundos que estaban en pugna en esa tremenda y dolorosa época de la historia”.
Cabe destacar que Mariano Rosas fue adoptado y rebautizado por su tío Juan Manuel de Rosas. Sergio Schmucler entonces, retoma literariamente dos vidas novelescas que retratan gran parte de la historia argentina y que son el símbolo del país que estaba naciendo. La de Lucio Mansilla, militar, escritor, político, dandy, nacido en cuna de oro y mimado por la sociedad. Y la de Panguitruz Güor o Mariano Rosas, cacique de un pueblo a punto de ser asesinado en masa por la Campaña del Desierto y cuya cabeza terminó exhibida como trofeo en el Museo de La Plata, de donde Mansilla se propone rescatarla.
“La cabeza de Mariano Rosas”, según su autor Schmucler resume su libro diciendo: “En la novela cuento la historia de un Mansilla ya viejo, retirado, viviendo en París, poco tiempo antes de su muerte, que decide emprender una aventura totalmente loca: volver a Argentina, meterse al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, robar la cabeza de Panguitruz Güor y traerla a Leubucó. Eso ocurriría en 1910, justo el día del centenario de la Independencia. Lo quiere hacer porque está arrepentido por haber ayudado a que se hiciera la última campaña militar que masacró a los pueblos originarios. Además de esa acción casi imposible de realizar para nadie -y mucho menos para un hombre casi ciego a punto de cumplir ochenta años-, cuento la historia de Panguitruz, desde su secuestro por parte de los militares hasta su muerte”.
Sin querer “spoilear” a sus futuros lectores el autor definió a esta obra en términos de género literario como “una mezcla muy enredada entre novela histórica y pura ficción literaria. Mi personaje Mansilla dice las cosas que no se animó a decir el verdadero, el de la Excursión… Seguramente los historiadores más ortodoxos se van a molestar conmigo por esa mezcla entre realidad y ficción, pero yo me justifico con palabras del mismo Lucio V.Mansilla. “con razón se ha dicho que la historia comienza en la literatura y termina en el ensayo”. No me interesa tanto la historia “oficial”, lo que está en los documentos, lo que me interesa es mostrar la emoción, los sentimientos de los personajes. Desde mi punto de vista, el encuentro entre dos hombres de la talla de Mariano Rosas y de Lucio V. Mansilla, la tensión entre ellos, la confrontación entre sus mundos, permite contar muchísimo sobre las ideas y sentimientos que tenían los que, para bien o para mal, fueron responsables de lo que hoy es nuestro país. A veces pienso que tanto a Panguitruz como a Mansilla les gustaría leerla”.
Presentación en Santa Rosa
El sábado 18 de mayo, su autor Sergio Schmucler presentará el libro a las 19 en la sede de la Asociación Pampeana de Escritores, ubicada en la calle Víctor Lordi 73. Lo acompañarán en la disertación Sergio De Matteo, Eduardo Luis Aguirre y Mercedes Pérez. Además habrá un cierre musical con Pamela Díaz y Martín Mansilla.
“Desde que apareció la novela en el mes de octubre lo que más quería era poder presentarla en La Pampa. En primer lugar porque es allí en donde “nació” la idea de hacerla; en segundo lugar porque allí es donde ocurrieron los principales acontecimientos sobre los que hablo en el libro, y en tercero -y lo más importante-, porque me entusiasma mucho conocer la opinión de las personas que están directamente relacionadas con los acontecimientos, los herederos de esos hombres y mujeres que sufrieron el horror del desprecio y de la muerte y del desarraigo. A ellos es a quien les dedico este trabajo, y espero de todo corazón que les guste y que, aunque sea algunas pocas páginas, los hagan sentir orgullosos de su propia historia”. FUENTE: LA ARENA