Winifreda: Fuerte presencia femenina en comercios

TRES EJEMPLOS DE MUJERES QUE ATIENDEN PERSONALMENTE SUS RESPECTIVOS NEGOCIOS Y A TODOS LOS DÍAS La presencia femenina cobra protagonismo en varios rubros. La edad no es un impedimento para dar un paso al costado.

En Winifreda se observa un creciente número de negocios atendidos por mujeres. Algunas son empleadas, otras colaboran con sus maridos y varias están al mando de su comercio desde hace décadas y toman decisiones todos los días.

Ejemplo de ello es la vecina Amalia Friedrich, quien a sus 77 años está al frente de su despensa y verdulería desde hace 33 años. Esta activa todos los días. Su jornada laboral empieza a las 8 de la mañana hasta las 13. Reanuda la actividad a las 17 hasta las 22. Los fines de semana la encuentran también detrás del mostrador. Diariamente atiende entre 3 y 6 viajantes. Hoy le preocupa el alza de los precios en los alimentos y la caída en las ventas debido a la baja del consumo. Sostiene que siempre tuvo “muy buenos clientes”.

Abrió las puertas de su local en 1986. Recuerda a su primera clienta: Dominga Cerezal. Goza de muy buena salud por eso afirma que continuará “hasta que no pueda más”.

Otra mujer dinámica es Alicia Hirschfeld, de 72 años. Atiende una casa de venta de materiales de construcción y artículos para el hogar que tiene más de 40 años de trayectoria comercial en el pueblo. Ella se hizo cargo de la administración general tras el fallecimiento de su esposo Vicente Mosmann, el 13 de noviembre de 1998. “Vicente siempre me quería a su lado. Fue mi maestro”, señala.

Está en contacto permanente con albañiles, gasistas, plomeros y electricistas. También atiende fuera de hora. Es común que se siente a almorzar y aparezca una persona solicitándole que le venda un producto. Nunca se niega. “Siento la obligación de atenderlo. Y estoy segura que valoran mi gesto”, dice.

El año pasado falleció su empleado Luis Oscar Guttlein, tras 35 años de trabajar junto a ella. Su partida “me afectó emocionalmente”.

Es madre de Víctor Hugo y María Alejandra. “Me siento muy cómoda en mi trabajo y me sobran ganas para seguir adelante”, confiesa.

La ingeniera agrónoma Fernanda Paulino, de 43 años y madre de un adolescente de 13 años, instaló un vivero en 2009. Comercializa árboles, arbustos, macetas y arreglos florales. También ofrece el servicio de control de plagas urbanas. “Hice un curso de jardinería y diseño y después agregamos la venta de algunas especies. Vimos que la respuesta era buena y de a poquito fuimos creciendo”, expresó al rememorar sus inicios.

Las mujeres realizan más compras durante el año pero “también tenemos buenos jardineros”. Flores y plantas son una buena opción para regalar en fechas puntuales como el Día de la Madre o el Día de la Mujer, en cumpleaños y aniversarios familiares.

“En nuestro rubro la mujer sobresale por su estética, tiene muy en cuenta la presentación del producto. Tratamos de que cada planta salga bien presentada con un moño, el envoltorio y una tarjeta incluso hacemos entregas a domicilio", comentó. Su colaborar en el vivero es “Liche” Díaz.

< Luis Barbaschi para LA ARENA 03/04/2019 >