Martín Berhongaray, diputado provincial por el Frepam, ingresó al cuerpo legislativo provincial un proyecto de ley que busca dar un marco regulatorio al uso y venta de plaguicidas y tener así un control sobre este tipo de productos químicos que, sin el debido cuidado, pueden ser perjudiciales para la salud de los vecinos como para el medioambiente.
La utilización de plaguicidas de uso domiciliario, como así también otros productos químicos que sin el debido cuidado pueden ser nocivos tanto a la salud humana como así también al medio ambiente, es un tema recurrente en la agenda socioambiental argentina que, en los últimos años, también comenzó a hacer eco en las discusiones políticas de diferentes niveles del Estado.
La falta de regulación sobre la cantidad de insumos químicos que se utilizan para controlar las plagas y la preocupación expresada por vecinos y organizaciones ambientalistas respecto a las consecuencias sobre la salud de los pesticidas reactualizaron también el debate a nivel legislativo.
En ese contexto, el diputado provincial por el radicalismo, Martín Berhongaray ingresó a la Cámara de Diputados de nuestra provincia un proyecto de ley destinado a regular las tareas vinculadas a la venta y aplicación de plaguicidas en áreas urbanas así como en los establecimientos que lo requieran para el control de plagas dentro de los ejidos urbanos.
Según señaló el propio legislador, “se trata de una regulación pendiente en La Pampa, de extrema necesidad”. En la elaboración del mismo, trabajaron junto a Berhongaray el ingeniero Federico Ingentron junto a miembros de la Comisión Provincial de Sanidad Vegetal (Coprosave).
Urgencia.
La urgencia del tratamiento de este tipo de normativas se debe a que todos los plaguicidas -tanto agrícolas como domiciliarios- presentan un cierto grado de toxicidad, por lo que requieren de un manejo responsable para no generar daños ya que lejos de lo que muchos piensan, que este tipo de productos aunque sean de uso hogareño no significa que esté libre de todo riesgo.
Como consecuencia, es que los gobiernos provinciales tienen la responsabilidad de regular la comercialización y aplicación de éstos dentro sus jurisdicciones. En este sentido, La Pampa cuenta con legislación respecto a la utilización de agroquímicos, pero ésta centra su atención sobre los productos plaguicidas químicos o biológicos de uso agropecuario, sin realizar definiciones claras sobre los productos para el control de plagas urbanas.
En este sentido, el proyecto presentado por el legislador provincial busca el resguardo de la salud humana a través de la regulación de las tareas relacionadas a la venta o aplicación de plaguicidas que puedan comprometer la calidad de vida de la población o el medio ambiente.
Puntos.
Como puntos destacados dentro de la normativa, el proyecto propone la creación de una entidad encargada de velar por el control, el cual tendrá en sus manos el deber de llevar adelante un registro de personas físicas y jurídicas relacionadas al expendio y aplicación de plaguicidas, así como también de los productos químicos habilitados como prohibidos.
Por otro lado, estimula la creación de un registro de asesores fitosanitarios, quienes serán los encargados de asesorar a los usuarios directos sobre todo lo referido al uso seguro y eficaz, a la manipulación y a las medidas de seguridad toxicológicas y eco-toxicológicas.
Sanciones.
Esta iniciativa también contempla una serie de sanciones que se aplicarán en caso de que no se cumpla algún punto del marco normativo. De esta manera, propone que la autoridad de aplicación, previo sumario administrativo, podrá aplicar a los sujetos: llamado de atención, apercibimiento, multa, decomiso de los productos, suspensión o baja del registro, inhabilitación temporal o permanente, clausura parcial o total de locales y depósitos y el secuestro de los equipos de aplicación.
¿Qué son?
Los plaguicidas o pesticidas son las sustancias utilizadas para atraer, repeler, controlar o eliminar a organismos vivos que dañen a los vegetales o sus productos, ectoparásitos (pulga, garrapata, etc.) o vectores de enfermedades que afecten al hombre o los animales (mosquitos, vinchucas, roedores, etc.), en viviendas, núcleos urbanos o locales de trabajo, según determinó la Coordinación de Políticas Socioambientales de la Nación.
Los más utilizados en el hogar son los que actúan sobre los insectos (insecticidas y repelentes) y sobre roedores (rodenticidas). Los plaguicidas se comercializan en aerosoles, líquidos termo evaporables, tabletas, espirales y cremas, generalmente listos para su uso aunque algunos requieren su dilución en agua. Los repelentes, en forma de lociones, cremas, aerosoles o vaporizadores. Los plaguicidas no son sustancias inocuas. Muchos de ellos son agresivos para la salud humana y contaminan el ambiente. Las personas se exponen a través del aire, del agua y del alimento que consumen, la ropa, los utensilios domésticos y las herramientas de trabajo. La Arena