Carlos Ojeda, el peón rural que denunció al funcionario nacional Luis Bertone, rompió el silencio. “Empecé a trabajar en su campo más o menos en 2014, 2015… Me tuvo en negro un año y medio, y hace unos 15 días me despidió y me cerró con candados los accesos al campo”, dijo a Diario Textual.
Hoy este diario reveló públicamente que Ojeda hizo una exposición policial en la Subcomisaría de Quehué contra Bertone. ¿El motivo? El empresario y delegado de Trabajo de Nación en la región patagónica había cerrado el campo, donde se encontraba el peón, con candados.
Bertone -dueño de La Colorada y accionista del Hotel Calfucurá- es el director regional para la Patagonia de Trabajo de la Nación. Es, precisamente, el que debe velar por los derechos de los trabajadores.
Es un funcionario que ha levantado el perfil mediático, a veces con explosivas declaraciones. También ha tenido episodios de violencia en los últimos años: en junio de 2013, en momentos en que discutía la propiedad de un campo con unos paisanos del oeste a los que se pretendía desalojar, fue baleado en una de sus piernas.
Este nuevo hecho, ocurrido hace unos quince días, fue revelado en las últimas horas. Diario Textual dialogó en la mañana con Ojeda, un trabajador de Catriló. “Más allá de que me dejó encerrado, el tema es que también me dejó encerrado sabiendo que sufro de diabetes”, dijo.
-¿Cuándo comenzó a trabajar en el coto La Colorada?
– En 2014, 2015. Yo estuve un año y medio en negro. Me blanquearon después del año y medio.
-¿Quién lo contrató?
-Me llevó el encargado del campo. Que después se fue … Yo entré por el encargado.
-¿Qué trabajos hacía en el campo?
– De todo. Yo fui para trabajar con la hacienda (vacuna). Pero en temporada (de caza) tenía que sacar caretas, por ejemplo de búbalos, de todos los animales… Se sacan las caretas para embalsamar los trofeos… Y después trabajaba con la hacienda, andaba en todo. Recorrer el campo, todo… Después se fue el encargado, en malos términos, y vinieron dos (peones) más y también se fueron. Me quedé solo yo. Solo en el campo.
-¿Entonces le pagaban como peón pero era encargado del campo?
-Me pagaba como peón, nomás. Pero el que hacía todo era yo. Estaba solo.
-¿Cuánto le pagaban? -Como peón, lo que marca la ley: 12 mil, 13 mil pesos. Incluso yo tengo una Ford vieja y ponía la camioneta. Ni la comida me daba.
-¿Cuándo fue que lo despidió?
-Hace unos 15 días.
-¿Por qué lo echó?
-Dijo que por falta de confianza porque se salieron los antílopes y se murieron tres búfalos y cuatro vacas. ¿Qué voy a hacer? Los animales se mueren por falta de pasto. No había pasto. ¿Entonces qué pasó? Las vacas, para buscar pasto en la calle, rompieron una parte del alambrado olímpico. Y por ahí se fueron los antílopes. Bueno, Bertone por teléfono me empezó a agredir y yo no le contestaba… Me dijo que juntara las cosas. Que a la tarde iba a ir para sacar las cosas. La cosa es que cerró con candado. Y cuando yo quise salir para controlarme el tema de la glucemia, porque sufro de diabetes, me encontré con todo cerrado. Me puso otros candados y yo no tenía las llaves.
-Bertone le había pedido, antes de poner candado, que se fuera. ¿Por qué no lo hizo en ese momento?
-Yo no quería salir porque iba a decir que iba a hacer abandono de trabajo. Por eso me quedé. Al otro día fui a buscar un carro para sacar las cosas y controlarme de la salud. Cuando quise salir, me había cambiado los candados. Al principio yo no quería salir del campo porque él en un audio (por teléfono) me dijo que yo recién me podía ir cuando él llegara porque quería saber qué cosas me iba a llevar del campo. Yo quería salir para ir a la posta y para traer un carro para llevar mis cosas pero cuando llego a la tranquera me encuentro que estaba con un candado y que mis llaves no andaban. Yo le pregunto por un audio de Whatsapp y él me manda otro diciendo que yo recién me voy a ir cuando él venga. No que quedó otra que llamar a mi mujer que estaba en Catriló y pedirle ayuda.
-¿Por qué le puso candado?
-Para mí, quería que rompiera el candado para no pagarme nada. Porque siempre ha hecho lo mismo. Al encargado y a otro muchacho de Quehué, que nunca más le pagó… Acá en la zona lo conocen todos.
-¿Usted pide que le pague la indemnización?
-Sí, el sueldo que me debe y la indemnización. Yo puse un abogado y él se hace cargo. Yo no quiero hablar con Bertone porque es muy agresivo. No quiero tener contacto con él.
Otro dato: contó que tuvieron que buscar ayuda en un abogado privado porque los abogados del gremio de peones, Uatre, no los quisieron recibir.
En tanto, la pareja de Ojeda, María Liliana Pereyra, contó que también trabajó “en negro” con Bertone. “Fueron dos años, cocinando para los cazadores y limpiando las cabañas para ellos y para él cuando iba con su familia. Ahora, con todo esto, también me quedé sin trabajo”, dijo a Diario Textual. Diario Textual