Los pequeños y medianos productores pampeanos que fueron afectados por la tormenta de lluvia y piedra del lunes pasado pidieron al Gobierno Provincial “asistencia de carácter urgente”.
El Consejo de Delegados del Distrito 8 de la Federación Agraria Argentina (FAA) se reunió en Rancul para analizar las pérdidas que dejó el fenómeno meteoróligo del lunes pasado que arrasó con unas 7 mil hectáreas en el norte provincial. Afectó la cosecha fina y la siembra de la cosecha gruesa.
“En la mayoría de los casos la cosecha fina y la gruesa recién implantada era ‘La Bala de Plata’ para superar una complicada situación económica que viene de varios períodos, y para lo cual habían invertido los últimos recursos, ya que los costos para producir son altísimos y hoy los deja con un terreno pelado, con poco tiempo para una resiembra y sin recursos. Por eso el reclamo de asistencia es de carácter urgente, por lo que el Gobierno Provincial debe de ser expeditivo para atender esta situación, para que no se pierda el tiempo ni la posibilidad de poner en producción esas tierras afectadas”, dijeron desde FAA.
“Estaba todo el cultivo, la cosecha fina como trigo, cebada, para cosechar, justo se empezaba, ya había un par de lotes que se habían empezado. Todo lo que es la siembra de la cosecha gruesa que ya estaba todo nacido, a 30 centímetros de alto, los girasoles y los maíces... y pasó este fenómeno de piedra, viento, tipo tornado”, informó Ariel Toselli, uno de los directores de FAA.
Sobre las pérdidas por el fenómeno climático señaló: “nosotros estamos haciendo relevamiento en diferentes pueblos, más o menos de las hectáreas que se llevó y se está hablando que son más o menos 6 mil hectáreas. Es mucho lo que se llevó, otra vez el norte de la provincia de La Pampa vuelve a ser castigado por el tema del clima. Hay lugares que hace tres años que se vienen errando el tema de las cosechas por diferentes situaciones, inundaciones, granizo, sequías”.
Agregó que “es muy fuerte el impacto económico”. “Hay productores que realmente no la vamos a pasar para nada bien perdiendo esta última cosecha que para nosotros era la bala de plata que se tiraba”, aseguró.
Según los datos recolectados en la reunión de Rancul el fonómeno meteorológico afectó a más de 7000 hectáreas. El Diario