“SE EFECTUARON MÁS DE 100 ARREGLOS DE LÍNEAS RURALES”
El Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Winifreda (CEW), en dos solicitadas publicadas en esta edición (páginas 20 y 21), detalla un total de 111 reparaciones efectuadas en las líneas rurales de esta localidad y las interconectadas de Conhelo y Rucanelo, entre diciembre de 2017 y noviembre de 2018.
Los trabajos superaron los 3 millones de pesos, que fueron recaudados de la cobranza de un seguro que protegía las redes eléctricas -propiedad de los consorcios rurales- de las inclemencias climáticas extremas. Aunque la póliza había sido dada de baja en el último mes del año pasado, la entidad la siguió cobrando durante nueve meses, asumiendo la responsabilidad de la operatoria y aportando fondos extras para dar la misma cobertura y bajar el “elevadísimo costo operativo” que conlleva la atención de 815 kilómetros de redes rurales.
Tras los duros cuestionamientos recibidos, los consejeros aseguran que los ruralistas “nunca tuvieron que afrontar otro cargo que no fuese el que se le prorrateaba cada mes en la boleta de servicios” y que al dinero no se le dio un uso ilegitimo ni se utilizó para otros fines.
Los consejeros recuerdan que la cooperativa dio de alta el seguro en 2012 y el hecho que alteró el funcionamiento de la operatoria fue el tornado del 21 de enero de 2017. “Los cuantiosos daños que se produjeron, estimados en $5.418.269 fueron afrontados por la aseguradora de modo parcial, por la suma de $4.182.507 (deducida franquicia) alegando que la entidad mantenía infra seguro. El resto -$1.235.762- fue afrontado por la CEW”, explican.
Realizados los reclamos “no solo no se obtuvo la respuesta esperada, sino que hasta el vencimiento de la póliza en noviembre de 2017 se efectivizaron sucesivos incrementos en el costo del conjunto de seguros contratados para dar cobertura a las redes rurales, hasta llegar a la suma de $458.023 mensuales presupuestada para continuar brindando cobertura.
El 15 de diciembre de 2017, agotada la posibilidad de obtener mejores condiciones por la única oferente, no mediando oferta conveniente de otra aseguradora, se dio de baja una póliza y se continuó con otra de responsabilidad civil (aún vigente)”, apuntan.
“La cooperativa actuó como gestor de negocios ajenos (asegurando bienes que no son propios de la CEW) obteniendo y brindando cobertura sobre estructuras propiedad de los productores. En lenguaje más claro: si la aseguradora no respondía, la cooperativa pagaba los arreglos. En 6 años el servicio se fortaleció”, agregan.
“Anticooperativistas”.
Lamentan que “algunos productores presentes en las reuniones con manifiesta voluntad política anticooperativa y malintencionada agraviaron al Consejo de Administración. Incluso se solicitó, insinuando que la CEW había percibido fondos de modo ilegítimo, que se hiciese cargo por algunos meses de asegurar las líneas sin cobrarles a los productores. En tal sentido, cumplimos en informarles a todos los asociados, que la cooperativa hizo desde diciembre de 2017 hasta noviembre del corriente año 111 reparaciones en la zona rural de Winifreda, Conhelo y Rucanelo, por $3.038.414. También trabajos de poda y fumigación en líneas por $158 mil. A la fecha, los usuarios rurales adeudan a la cooperativa sólo en concepto de seguro $274.807”, señalan.
“Esta cooperativa haciendo un balance de corte netamente económico, facturó a los productores $3.467.250, pero hizo mantenimientos y reparaciones por $3.038.414, pagó seguros (responsabilidad civil) y proporcional de póliza incendio diciembre 2017 por $515.425, en poda se gastaron $158 mil y los usuarios adeudan $274.807”, indican.
“Es decir, que la entidad tiene una acreencia a su favor de $519.396 a la que debería sumarse la suma remanente que la aseguradora no indemnizó por $1.235.762. Un total de $1.755.158. En suma, son los productores los que le deben a la CEW la cantidad detallada”, agregan.
Autoseguro.
En las reuniones que mantuvieron consejeros y ruralistas surgió la alternativa de crear una mutual para lograr una cobertura frente a daños en las redes eléctricas rurales junto con un fondo para mantenimiento de las mismas, lo que en la práctica materializaría un autoseguro entre usuarios y la cooperativa. De no prosperar esta iniciativa, las reparaciones deberán ser solventadas en su totalidad por los integrantes de los distintos consorcios rurales. Por lo pronto, la entidad asegura que cuenta con un importante stock de materiales para hacer frente a avatares climáticos.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 09/12/2018 >