¿Quien no conoce el paraje “El Guanaco” ubicado entre Santa Rosa y Winifreda?. Actualmente es sólo campo, y a veces se forma una laguna en el bajo, pero antiguamente hubo bastante actividad, tuvo una escuela y un almacén donde concurrían los pobladores de los alrededores.
Como hemos dicho en otras oportunidades, estos boliches cumplían una importante función social. No sólo para aprovisionamiento de los clientes, sino también como lugar de esparcimiento de los empleados rurales que después de arduas jornadas de labor, se reunían allí para degustar un trago, jugar a las cartas, las bochas o simplemente compartir un momento con sus amigos.
Lamentablemente a veces ocurrían hechos violentos por cuestiones menores -al parecer insignificantes- pero potenciadas por el alcohol, muchas terminaban trágicamente.
El 10 de septiembre de 1.914, el comisario de Santa Rosa Rafael Pérez, fue informado por parte de Antonio Rodríguez que “viniendo de Castex a las 4 p.m. al llegar a “El Guanaco”, boliche de un tal Carripio, se le apersonó la mujer de éste Cecilia Fraga, pidiéndole diera cuenta a la comisaría de la capital que en la tarde de ayer en su domicilio había sido muerto el sujeto Eusebio Nieto por un tal Santiago Deleitez, el que se encontraba con varios rusos más...”
El jefe policial se constituyó en el boliche “El Guanaco” donde ocurrió el hecho y verificó el cadáver de Nieto tendido al lado de la cancha de bochas “el cual presentaba el cráneo y parte de la cabeza destrozada a fuerza de golpes que al parecer han sido producidos por bochazos, encontrándose cuatro de éstos ensangrentados y teniendo el cadáver las manos encrespadas hacia arriba, observándose además un balazo en la espalda, el que ha salido por el costado derecho debajo del brazo. Por lo que acto continuo el infrascripto resolvió envolverlo con un poncho y remitirlo a la capital a efectos del informe médico legal”.
Llamada a declarar Cecilia Fraga manifestó que el día del hecho se encontraba sola atendiendo el negocio junto a una chica menor de edad, ante la ausencia de su marido que se hallaba en Santa Rosa. Como a las dos de la tarde se presentó Santiago Deleitez con su mujer y dos chiquilines y a eso de las tres llegó Eusebio Nieto que venía del campo donde había ido a recoger unas mulas. Que poniéndose a conversar ambos se desafiaron jugar a los naipes (...) que durante el juego tomaron unos cuatro litros y medio de vino (...) que perdió uno de ellos no sabiendo quien, porque se encontraba en una pieza contigua, sintiendo que discutían quien debía pagar. La deponente se arrimó al mostrador diciéndoles que ninguno pagaría porque tampoco ella les cobraba a efectos de terminarles la discusión”.
Según relató la mujer, Deleitez siguió insistiendo contra Nieto y sacó un cuchillo de la cintura, al tiempo que era contenido por su esposa quien logró quitárselo. Entonces el primero extrajo un revólver disparando hacia Nieto que en esos momentos salía del boliche al patio y luego le efectuó dos tiros más. “Que el herido cayó dentro de la cancha de bochas, donde Deleitez lo arrastró al sitio donde fue encontrado muerto y allí fue ultimado a bochazos en la cabeza. Que al retirarse escuchó al homicida decir a su esposa: “¿Querés que lo degüelle? , contestándole esta “¡no hagas esa barbaridad!”. Que en horas de la madrugada esta mujer se presentó en el boliche a buscar un dinero que se le había perdido y allí le comentó que su marido se había ido a presentar a la Policía de Castex”.
Interrogada la esposa de Deleitez, la misma expresó que cuando los dos discutían por quien pagaba el vino, Nieto extrajo un cuchillito cabo negro y le decía a su marido: “con esto te voy a pagar”, el resto de su declaración es coincidente con la de la dueña del boliche respecto de la forma que Deleitez disparó contra Nieto, aunque dijo desconocer quien le dio los bochazos en la cabeza. Preguntada sobre la filiación del autor del hecho dijo: “Es argentino, alto, delgado, trigueño, cuarenta y cinco años, bigote y pelo negro, viste de jornalero y que ayer vestía pantalón blanco, saco negro, pañuelo negro al pescuezo, sombrero chambergo y calzaba botines negros nuevos”.
La policía procedió al secuestro de las barajas, algunas de ellas manchadas con sangre, cuatro bochas y el cuchillo perteneciente al difunto.
La autopsia practicada al cadáver por parte del médico José Oliver, reveló que presentaba dos orificios de bala calibre 9 mm. que interesaron el pulmón, pero no han sido mortales. También las fracturas y contusiones producidas en el cráneo por los golpes con “objeto resistente y de gran superficie”, lo cual le había causado la muerte.
Nieto, de 42 años de edad, fue sepultado en el cementerio de Santa Rosa, al tiempo que la policía dispuso varias comisiones en busca del homicida, todas con resultado negativo. Finalmente se solicitó su captura en la orden del día de la repartición.
El sumario policial fue elevado al juez letrado del Territorio Domingo Sasso, haciendo constar que “el sujeto Santiago Deleitez hasta la fecha no ha sido aprehendido”. Esta es la última diligencia que figura en el expediente.
Como hemos visto en otros casos de este tipo, nos queda el interrogante de saber si Deleitez fue detenido y pagó en la cárcel el crimen cometido, o bien pudo sustraerse a la acción de la justicia, lo cual es poco probable, más bien se estima ha permanecido prófugo algún tiempo, pero seguramente se ha entregado,teniendo en cuenta que tenía familia y no le resultaría fácil andar huyendo de la policía.
(Foto parte superior: El boliche “El Guanaco” cuando era propiedad de Bruno López).
Un poco de historia
Según recopilación histórica del escritor Francisco Alfonso (publicada en el suplemento cultural Caldenia del diario La Arena ( 04/04/2.010) el primer boliche "El Guanaco" fue instalado en 1.898 por el español Jesús Portas, a la vera de un camino al sur de la laguna "El Guanaco" ( o Luan Lauquen nombre indígena). El negocio habría cerrado en 1.905. Pasados tres años llegó al lugar otro español, procedente de Asturias de nombre Manuel Corripio Aladro, que había arrendado a los sucesores de J. Drysdale (un terrateniente de origen inglés) cincuenta hectareas de campo para dedicarlas a la agricultura y conociendo que antes había existido un negocio, decide volver a instalarlo esta vez 600 metros al norte de la laguna donde tenía su casa (es allí donde ocurre el hecho de la nota).El nombre del negocio siguió siendo el mismo "El Guanaco". En 1.921 Corripio Aladro decide dejar el negocio por problemas de salud y lo vende a una sociedad integrada por los señores Félix Barrere y Enrique Elichart. Este último también tuvo boliche en el lugar hasta 1.924 que lo vendió a Gregorio Torres, quien lo explotó solo tres años, ya que en 1.927 lo enajenó Bruno López quien le dio impulso al lugar no solo en lo comercial sino también en lo social y deportivo, fundándose el 20 de junio de 1.943 el Club Sportivo "El Guanaco". Allí residió López con su familia hasta la década de 1.950 , dejando además como material educativo, la colección de diferentes figuras hechas en hueso conocida en nuestra provincia y el exterior.