El periodista e historiador Hernán Brienza disertó en Santa Rosa, convocado por el Centro de Estudios Pampeanos, conformado por el kirchnerismo local, para dar la charla “Los nuevos desafíos para el campo nacional”.
El historiador y periodista Hernán Brienza afirmó que “lo terrible es que Macri hizo lo contrario de lo que prometió”. Antes de brindar una charla en la CGT, sostuvo que “sacó lo bueno del kichnerismo y dejó lo malo”. En ese sentido, apuntó que el Gobierno Nacional profundizó la inflación y profundizó “la grieta, la lógica de la persecución del otro, del amigo-enemigo”.
Brienza llegó a Santa Rosa convocado por el Centro de Estudios Pampeanos, conformado por el kirchnerismo local, para dar la charla “Los nuevos desafíos para el campo nacional”. Ayer por la mañana brindó una conferencia de prensa e hizo una recorrida por programas de radio y televisión.
En ese marco, interpretó que el país está dividido en dos campos, uno liberal y conservador y otro nacional y popular, en relación a los modelos económicos que promueven, más allá de las filiaciones partidarias. Uno apunta al modelo agroexportador de materias primas y otro, al mercado interno y a la industrialización.
“La diferencia no es de camisetas”, aclaró, ubicando al final del gobierno de Isabel, la dictadura y el menemismo en un andarivel, y a Rosas, Irigoyen, Perón, algunas medidas de Frondizi, el alfonsinismo, el peronismo y el kirchnerismo en el otro.
Brienza consideró que en el país el liberalismo fue autoritario y conservador. Y caracterizó al macrismo como “un modelo de gran restauración económica y política, sobre todo de las jerarquías, de cierto orden, de quién manda en la Argentina y que el kirchnerismo en algún sentido cuestionó”.
En esa línea, achacó al macrismo orientarse hacia una sociedad que profundiza las desigualdades. “No se puede constituir una sociedad donde el individualismo más atroz sea el único valor para salir adelante. Hay que hace empatía con todas las personas, sobre todo con las que están menos favorecidas, y allí hay que trabajar”, sostuvo.
“El discurso que plantea, que le fue bien porque se esforzó, es pobre y muy hipócrita. Cuando te va bien, porque hay un Estado que genera ciertas condiciones, te va bien a vos, pero si te va mal, es culpa del país. Si me va bien no es porque el Estado me garantizó una economía y un crecimiento sino por mi esfuerzo, ahora pero si me va mal, la culpa es de ese Estado y queremos que se vayan todos. Capaz que hay que ser más moderados. Hay gente que cuando el país está relativamente bien administrado sabe aprovechar esos momentos y cuando la mano viene dura, no puede hacerlo o tiene un mayor colchón”, alegó.
Brienza planteó que las políticas del Gobierno Nacional generan millones de excluidos. “Ese pensamiento lleva a una ruina a un país. La mejor forma de luchar contra los que quieren robarte la billetera es darles trabajo, oportunidades. Aún así, habrá un sector que no se incluirá en el mundo del trabajo, pero ahí vos hiciste todo lo posible para que eso no ocurriera y si no hacés todo lo posible no tenés derecho a chillar”, reflexionó.
“El Gobierno puede tener un poco de aire con el FMI, pero va a dejar un país con poca capacidad productiva, se vaya en el 2019 o 2023. Va a dejar un país con muy poco trabajo hecho por argentinos, con mayor empobrecimiento, más allá del relato que construya el macrismo con su propia política. Es sencillo, ¿qué país sueña el macrismo? Ellos te lo dicen: volver a la Argentina de hace 70 años”, puntualizó.
Pero adujo que “hay un problema, hace 70 años estaba el Imperio Británico, al que le vendías todo lo que producías. Ahora no hay más gente que compre soja, pero la alianza de Macri es solo con Estados Unidos y no con China o Rusia, por lo tanto, solamente podrá vender porotos de soja. Esa Argentina es inviable para 44 millones de argentinos”.
“Ya no está más el Imperio Británico de hace 70 años y que nos compre lo que vendíamos. Hay que crecer por las nuestras y, como dijo Belgrano, hay que hacer lo que hizo Gran Bretaña: proteger el trabajo argentino durante 100 años, como hizo Estados Unidos, que empezó a hablar de liberalismo luego de 100 años, antes fue proteccionista al mango y en eso hay que madurar políticamente”, prosiguió.
Y concluyó: “Ni el peronismo fue lo peor que le pasó al país, ni el liberalismo. Hay que ser realistas para ver cómo pensamos en crecer económicamente y creamos trabajo. Gobernar es dar trabajo y esa sigue siendo una meta que no ha sido cumplida”. El Diario
