DATOS DEL INDEC
Afectada por la sequía, la corrida cambiaria y la devaluación, la actividad económica alcanzó en julio un período de cuatro meses de caídas consecutivas, al registrar una contracción del 2,7% interanual, con lo que acumula en el año una baja del 0,8%, en comparación con el mismo período del 2017.
Según informó el Indec, en julio pasado respecto de junio anterior, la producción de bienes y servicios experimentó una suba del 1,4% y quebró tres meses consecutivos de caídas.
La contracción de la actividad económica comenzó en abril último con una baja del 0,5% y siguió en mayo con una caída del 5,2%, según los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) difundidos por el organismo encargado de estadísticas.
En junio pasado, la actividad alcanzó la caída más alta del año con un 6,8%, para volver a bajar en julio pasado otro 2,7%, luego de un primer trimestre de indicadores positivos.
Las ramas de actividad de mayor incidencia en la contracción interanual del EMAE fueron la industria manufacturera, el comercio y la agricultura afectada por la sequía.
La actividad agrícola y ganadera alcanzó una caída del 10,1% por ciento, seguida por el comercio mayorista y minorista con el 6,4% y la industria manufacturera que se contrajo un 5,1%.
También sufrieron una contracción la actividad hotelera y gastronómica con un 2,1%, los servicios comunitarios y sociales con un 2,5% y los transportes y las comunicaciones con una baja del 2,9%.
Compensaron esas bajas la intermediación financiera y bancos con una suba del 7,1%, la industria pesquera con un alza 5,9%, la mejora en la utilización de electricidad, gas y agua del 3,9% y de las actividades inmobiliarias con una suba del 2,3%.
También ayudaron a compensar la caída del nivel general de la actividad los aumentos del 1,4% en explotación de minas y canteras y la suba del 1% tanto en la industria de la construcción como en el servicio de enseñanza.
Pérdida de trabajo.
Por otra parte, la cantidad de empleos registrados cayó un 0,5% en julio, respecto de junio, lo que significó una pérdida de 56.900 puestos de trabajo “en blanco”, mientras que los salarios del sector privado perdieron 5,2 puntos porcentuales respecto de la inflación.
Así lo informó la secretaría de Trabajo que conduce Jorge Triaca al presentar los datos de empleo en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Si se observa la tabla histórica de empleados formales, en julio se perdieron 41.300 puestos de trabajo registrados respecto del mismo mes del año pasado.
En el séptimo mes del año el SIPA registró 12.241.700 trabajadores registrados, unos 99.100 empleos en blanco menos que el récord alcanzado en enero de este año, según los datos desestacionalizados.
La caída mensual de julio estuvo motorizada por el sector privado, dado que unos 7.300 trabajadores asalariados perdieron sus puestos de empleo, lo que representa una baja del 0,1%.
Por el contrario, el universo de monotributistas aumentó en 7.300 personas que durante el séptimo mes del años se inscribieron en ese régimen.
En paralelo, se registró la caída de unos 61.400 monotributistas sociales, que se explica -según Trabajo- por modificaciones en el régimen del monotributo social agropecuario.
El análisis del empleo privado registrado indica que ocho de los catorce sectores estudiados mostraron caída en sus plantillas de trabajadores. La construcción perdió 3.500 empleos en julio, respecto de junio; la industria manufacturera anotó la baja de 4.100 empleos; y la intermediación financiera perdió 500 empleos.
Asimismo, doce de las 24 jurisdicciones (provincias y la Capital Federal) mostraron baja en la cantidad de trabajadores en blanco.
Las provincias que más empleos registrados perdieron son La Rioja, Catamarca, Santa Cruz, San Luis, Formosa y Chubut. (NA)
Un saldo desfavorable
Pese a la fuerte devaluación del peso, el comercio exterior registró en agosto un déficit de U$S 1.127 millones, el segundo nivel más alto del año y acumuló en los primeros ocho meses un balance negativo de U$S 6.993 millones.
Según el informe del Indec, el saldo comercial desfavorable registrado en agosto significó una suba del 5,2% contra igual período de 2017.
En el mes en estudio, las exportaciones cayeron un 1,4% y las importaciones bajaron un 0,3% en comparación con igual período de un año atrás.
Las exportaciones de productos primarios disminuyeron 20,5%, en forma interanual, las de manufacturas de origen agropecuario (MOA) aumentaron 0,4%; las de origen industrial (MOI) subieron 11,3%; y las de combustibles y energía crecieron 7,8%.
Las importaciones en agosto disminuyeron 0,3% respecto a igual mes del año anterior y un 0,8% comparadas con el mes anterior, indicó el organismo. Los precios de las compras del exterior subieron un 5,5% y las cantidades se contrajeron 5,4%.
Las importaciones de bienes de capital cayeron 24,9%, las de bienes intermedios aumentaron 16,7%; las de combustibles y lubricantes mejoraron 57,1%; las de piezas y accesorios para bienes de capital bajaron 9,4% y igual que las de bienes de consumo con otro 4% y las de vehículos automotores de pasajeros con una contracción del 15,3%. La Arena