La empresa de capitales brasileños Alpargatas justificó el cierre de dos plantas fabriles, entre ellas la de Santa Rosa, y el despido de 453 empleados, producto de la “difícil situación coyuntural” del país, que implica una “fuerte caída” en el consumo.
La compañía tiene más de 130 años en la Argentina y se dedica a la producción y comercialización de productos textiles y calzado.
Hasta ayer contaba con siete plantas industriales, de las cuales cuatro de ellas estaban dedicadas al negocio textil en Corrientes, Buenos Aires, Catamarca y Chaco, y las otras tres, a la fabricación de calzado en Tucumán, Catamarca y Santa Rosa.
La empresa confirmó ayer el cierre de las operaciones fabriles de Santa Rosa y Catamarca Calzado, donde quedaron sin trabajo 130 y 170 empleados, respectivamente. Además, la empresa despidió a 153 empleados de tres plantas textiles: Catamarca (53), Corrientes (62) y Florencio Varela (38). “Como siempre ha sucedido en la compañía, los empleados desvinculados recibirán el pago del 100% de las indemnizaciones”, aseguró la empresa.
La planta en la capital pampeana -que actualmente elaboraba zapatillas Topper- había sido inaugurada en 1984. Llegó a tener en 1991 un total de 1300 empleados. En 2015 tenía casi 400 empleados y, luego de despidos y retiros voluntarios, quedaron 130. Ayer estos también fueron despedidos.
El sector textil sufre una contracción de las ventas desde hace tres años. En julio (último dato oficial), la producción de esta industria cayó 12,9% interanual. De hecho, la compañía había realizado una fuerte restructuración en 2017 y había cerrado dos plantas: una en San Luis y otra de calzado en Florencio Varela.
La semana pasada, Alpargatas vendió el 22,5% de sus acciones a un empresario y predicador mormón brasileño, Carlos Wizard Martins, que pagó US$24 millones por quedarse con la marca deportiva Topper, a la que ya controla en Brasil. La compañía se dividió en dos sociedades: por un lado, una compañía de indumentaria deportiva, y por el otro, el resto del negocio textil y la marca Havaianas, de la cual es dueña.
“Desde hace tiempo la compañía atraviesa la difícil situación coyuntural del país, que implica una fuerte caída en el consumo, particularmente en los negocios de calzado y textil donde Alpargatas es líder. Adicionalmente, y más allá de la coyuntura de mercado, la empresa viene sufriendo problemas estructurales que se agravan ante la creciente competencia externa (Oriente y Brasil), como ser: elevados costos laborales, alta carga impositiva y una estructura fabril excesiva”, dijo la compañía en un comunicado.
“Esta situación ha generado una disminución significativa y consistente de los márgenes del negocio y un deterioro de la posición financiera. Durante los últimos años se implementaron distintos procesos de retiro voluntario en las fábricas y se realizaron acciones alternativas, como suspensiones y vacaciones anticipadas, pero ninguna de esas medidas de emergencia permitió revertir la situación. La decisión es parte de un proceso orientado a lograr una mayor sustentabilidad del negocio a largo plazo”, agregó en el comunicado. Diario Textual