Lo que se temía, pasó: Alpargatas cerrará su planta fabril de Santa Rosa y dejará en la calle a sus 130 trabajadores. La información fue confirmada a Diario Textual por el secretario general de la Asociación Obrera Textil, Nerio Medina. Otros cien empleados ya habían sido desvinculados -a través de retiros voluntarios y despidos- en el último año.
El cierre de la fábrica textil se veía venir a partir de las consecuencias que generaron las políticas económicas del Gobierno de Mauricio Macri: apertura de importaciones, mayores costos para producir y caída de ventas.
Este combo fue letal para la industria textil en general y Alpargatas no fue la excepción. La semana pasada la firma vendió su marca insignia Topper a un empresario brasileño, Carlos Wizard Martins. La expectativa estaba puesta en qué actitud asumiría el nuevo dueño: acelerar el ajuste o inyectar capitales para atravesar la caída de ventas. Nada de eso ocurrió y la salida fue cerrar la planta pampeana.
La empresa tenía actualmente 130 empleados, luego de un fuerte achique de personal que hizo en mayo de este año, cuando despidió a 73 operarios, que sumado a los 30 que habían sido cesanteados anteriormente con los retiros voluntarios, fueron 100 las personas que se quedaron sin empleo.
La fábrica abrió sus puertas en 1984. En 1991 supo tener 1.300 obreros. Pero desde 2016 a la fecha avanzó con un proceso de reducción de su plantel debido a la baja progresiva de las ventas y la apertura indiscriminada de las importaciones, que pusieron en crisis a toda la industria textil y del calzado. Diario Textual