LLAMATIVO HECHO EN CEMENTERIO
Una vecina de Winifreda ingresó el jueves al cementerio municipal, sacó un ataúd de madera común de un nicho, para luego dejarlo sobre un banco de cemento tras lo cual colocó flores y piedras. No tomó contacto con el cadáver. Lo llamativo es que no tiene vínculo familiar con los restos, que se comprobó era un bebé. La mujer confesó ante la Policía que realizó esa acción impulsada “por sus creencias religiosas”.
Los empleados municipales fueron quienes descubrieron el féretro a la intemperie cuando el viernes a la mañana concurrieron a trabajar. Luego, el capataz comunal se dirigió a la comisaría para comunicar sobre el hallazgo. Así lo informó a LA ARENA, el comisario Juan Bustos Paulino, quien, tras el suceso, puso en conocimiento a la fiscalía de Santa Rosa.
“Las primeras diligencias que dispuso el fiscal fueron el levantamiento de rastros y la apertura del ataúd”, contó el voceros. Horas después, personal de Criminalística de la UR I trabajó en el lugar del sorprendente hecho y se convocó a Ignacio “Nacho” Martín, titular de una empresa funeraria local.
Tras levantar la tapa superior del ataúd en cuestión, pudieron determinar que no fue violentado dado que su chapa interior aún permanece soldada. Con respecto a sus dimensiones “es pequeño, para una persona menor de 1 año”, señaló el uniformado.
Los policías recordaron que un día antes habían identificado a una vecina, de unos 30 años, cuando caminaba rumbo al cementerio, ubicado a una legua del pueblo. Tras ubicarla nuevamente, “nos reconoce que ella había sacado el ataúd del nicho cuya puerta estaba sin llave”, indicó.
Creencias religiosas.
El nicho tiene un número, pero no una placa que identifique al difunto. Consultado sobre el móvil que impulsó a la mujer a realizar tal acto, respondió que “menciona a Dios y sus creencias religiosas. En los últimos días ha tenido episodios emocionales y hemos tenido que intervenir nosotros y el hospital. Ella hace referencia a cuestiones místicas y dice que no quiere vivir más en la casa que habita”.
Dejó en claro que “para nada” es una mujer violenta, sino “totalmente pacífica” aunque su comportamiento “preocupa a varios vecinos como también a nosotros y a su familia, estamos viendo los pasos a seguir para darle una respuesta a sus familiares como también a ella”.
La vecina hace algunos meses estuvo internada en otra localidad. El viernes fue atendida en el hospital donde “no creyeron conveniente internarla porque se ubica en espacio y tiempo”. Quedó a disposición de la Justicia.
Los investigadores se acercaron ayer al municipio a revisar los libros donde están asentados los nombres de todos los fallecidos. Verificaron que el féretro pertenece a un bebé que murió hace 32 años y tras ser identificado se comprobó que no tiene ningún vínculo familiar con la mujer que lo sustrajo de la estructura de cemento. El ataúd ayer fue restituido a su nichera.
< Luis Barbaschi para LA ARENA 18/09/2018 >