INSTITUTO NACIONAL EN PROFUNDA CRISIS
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) está pasando una situación verdaderamente delicada, semejante o peor al estado en que se encuentra Agricultura Familiar. Desde el organismo denuncian un recorte de por lo menos un 60% del presupuesto para el año que viene, y directamente advierten que no habrá manera de reanudar su funcionamiento.
Las partidas que recibieron para este año fueron de 575 millones de pesos, pero el gobierno sólo ejecutó una parte: en el primer y segundo trimestre recibieron el 75%, y en el tercer trimestre el 50%. En consecuencia, pudieron trabajar regularmente, es decir, llevando adelante los proyectos de investigación vinculados al sector agropecuario, hasta mitad de año.
Para el segundo semestre directamente eliminaron todos las líneas de investigación nacionales o regionales, porque dejó de haber financiamiento. Actualmente tienen fondos nada más que para los gastos corrientes de las estaciones experimentales y centros de investigación.
Como si esto fuera poco, el presupuesto de INTA para el año que viene será de 450 millones de pesos, un 25% menos con respecto al actual, pero si se tiene en cuenta que la inflación para diciembre será del 42%, el ajuste asciende a, por lo menos, el 60%. Todo esto sin contar la devaluación de la moneda nacional, ya que los insumos de este organismo están dolarizados.
Por tal motivo, el gremio mayoritario de INTA, Apinta, se encuentra en estado de alerta y movilización desde hace un mes, y anticipan que para el 2019 no podrán cumplir las funciones. “Es un escenario absolutamente inviable”, denuncio, en diálogo con LA ARENA, Mariano Alende, secretario general del gremio.
“Hoy por hoy el panorama es ‘sálvese quien pueda’. No hay análisis de viabilidad para nada. Actualmente el trabajo se sigue haciendo, pero con los resultados viejos, del semestre anterior, más alguna línea que financian de afuera. El tema es que la luz, el gas o el colectivo para llevar a la gente, no lo va a bancar nadie”, lamentó el dirigente gremial, quien además manifestó “incertidumbre” con respecto al futuro del organismo.
Sólo si genera lucro.
Los proyectos de investigación más perjudicados, ante la ausencia del Estado -como suele suceder- son los que están relacionados a los sectores vulnerables, que no generan rentabilidad.
“Los trabajos desfinanciados son los temas que no le interesan al mercado. Hay determinados aspectos que no generan lucro, como lo es agricultura familiar, agricultura extensiva de secano en el oeste, o algún cultivo en particular, porque no son negocios y entonces directamente no reciben nada”, denunció Alende.
“Salgan a buscar”.
Ante esta situación, los trabajadores de INTA solicitaron la ayuda del Estado, pero recibieron una lamentable noticia. La respuesta de los funcionarios de la reciente Secretaría de Agroindustria fue que “salgan a buscar dinero afuera del país, o de algún privado, porque del gobierno no va a haber”, reveló.
Ayuda a legisladores.
Por último, Mariano Alende apeló a la comunidad en general para que se “sumen al reclamo”, y a los legisladores nacionales en particular, para que defiendan el presupuesto destinado al área. “Solicitamos la ayuda del gobernador, intendentes, asociaciones de productores, comunidad científica y universidades a apoyar nuestra lucha, pero sobre todo le pedimos ayuda a los legisladores y senadores para que defiendan el presupuesto 2019 en el Congreso de la Nación, porque esto es un ajuste brutal”, concluyó. La Arena