LO REVELA UNA INVESTIGACIÓN DE LAVADO DE ACTIVOS INICIADA POR EL ORGANISMO
Con la crisis económica, cada vez más asfixiante, el negocio de la usura crece gracias a la desesperación de muchas familias por acceder a una suma de dinero que les permita subsistir.”Gota a gota” se denomina a la nueva modalidad de supuestos “préstamos legítimos” que llegó a la Argentina desde Colombia y que ya tendría algunos casos en La Pampa.
Los denominados préstamos “por goteo” o “gota a gota” constituyen una nueva modalidad de usura que pone en riesgo no sólo el patrimonio de los eventuales damnificados, sino también la integridad física y, en algunos casos, pone en peligro la propia vida de la víctima.
Este perverso mecanismo fue importado desde Colombia, país donde es muy utilizado por las asociaciones narcotraficantes para blanquear dinero. En nuestro país, detrás de estos prestamistas que llegan a cobrar intereses altísimos de usura, se encuentran financieras de dudosa reputación cuyo dinero suele provenir de todo tipo de negocios ilícitos.
El sistema, que se logró expandir por todo el país, tiene como líderes a ciudadanos colombianos que arribaron a la Argentina al ser desplazados de su país, y que también llegó a Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia, según planteó un informe elaborado por Infobae.
Alerta.
Esta modalidad puso en estado de alerta a los organismos de control estatales como la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo de Gabriel Pérez Barberá, y la Dirección Nacional de Investigaciones, al mando de Rodrigo Bonini.
La preocupación es tal que la Procelac lanzó una campaña para concientizar sobre los peligros que acarrea tomar un préstamo de este tipo que son otorgados de manera exprés, sin ningún tipo de condiciones ni regulación y de los cuales los medios de comunicación casi no registraron su existencia.
Estos préstamos constituyen “una modalidad de usura que pone en riesgo no sólo el patrimonio de los eventuales damnificados, sino también la integridad física y hasta la propia vida en caso de incumplimiento”, según informó la Proselac.
La seriedad del aviso tomó notoriedad luego de un importante número de hechos que se registró en provincias como La Pampa, Salta, Santa Fe, Chaco, Buenos Aires, Corrientes y el sur del país. En declaraciones a Infobae, Pérez Barberá describió de manera sintética y gráfica las modalidades de estas organizaciones que según el ministerio de Seguridad de la Nación, tienen “carácter trasnacional y debería ser investigado por la Justicia federal”.
Este tipo de modalidad, de la cual participan varias organizaciones, respetan ciertas características en común: tiene una entrega exprés, no está regulada, poseen tasas abusivas y la extorsión. En pocas palabras, un sistema que funciona en personas que se encuentran en estado de suma vulnerabilidad y necesitan el acceso a una suma de dinero de manera inmediata.
Hostigamiento.
Según explicó Pérez Barberá a Infobae, “el potencial cliente recibe el dinero sin necesidad de presentar avales o garantías, prácticamente a sola firma. Sin mayores precauciones ni trámite, el capital otorgado -que puede rondar entre los $2.000 a los $60.000- se entrega rápidamente”.
Este tipo de acuerdos, actúan al “margen de la legalidad” ya que se encuentran “fuera de la órbita del Banco Central o cualquier regulación estatal”. “No existen límites”, acotó Pérez Barberá.
En la mayoría de los casos, esta modalidad se encuentra “cubierta” por otro tipo de práctica. Comercios o vendedores ambulantes suelen ser las “fachadas” utilizadas por los prestamistas: “Ofrecen pequeñas sumas de dinero -en algunos casos la práctica incluye la entrega productos en cuotas-, actividad que actúa como portada para el ingreso de la víctima”, detalló.
Una vez, con dinero el mano, la “pesadilla” para la víctima comienza. Tal como indicó Pérez Barberá, “la cancelación del préstamo se realiza a través de cuotas periódicas por una tasa excesiva que, en algunos casos, quintuplica a la oficial”.
El cobro lo realiza en forma personal el prestamista o un emisario de éste y, cuando el damnificado no dispone del dinero para abonar la cuota, la visita se convierte en un momento de suma tensión. La Procelac señaló que, cuando se advierte el incumplimiento, “la organización despliega una metodología de cobro no exenta de violencia, que incluye hostigamientos, amenazas y hasta el uso de violencia física”.
Usura mortal.
La usura, la extorsión y sangre están presentes en los préstamos “gota a gota”. Así quedó acreditado en uno de los casos más dramáticos, el cual ocurrió en Salta, de esta modalidad importada por el narcotráfico colombiano. La víctima se llamaba Dalma, apenas tenía 20 años y dos hijos. El acoso de los prestamistas “por goteo” fue tal -habían amenazado con matar a uno de sus hijos- que la joven terminó con su vida ahorcándose en la habitación que compartía con sus nenes en un asentamiento de la zona este de Tartagal. La Arena