Mañana, representantes provinciales estarán en la comitiva de jurisdicciones productoras con las entidades tamberas para organizar reclamos en contra del Gobierno Nacional.
La fuerte crisis económica que atraviesa el país y los efectos de una economía contraída empiezan a tener consecuencias lamentables: la industria lechera local ya perdió al menos unos 30 tambos -casi el 20 por ciento- de los 180 que existen en la provincia.
El desalentador panorama fue confirmado por el subsecretario de Asuntos Agrarios, Alexis Benini, luego de un informe publicado por el sitio digital “Dos Bases”. El funcionario pampeano se limitó a reconocer el hecho y adelantó que mañana estará representando a la provincia en un encuentro nacional en la Ciudad de Buenos Aires, donde además estarán presentes funcionarios de los distritos más importantes en producción lechera.
Según la información a la que tuvo acceso “DB”, los tambos que se vieron forzados a cerrar sus puertas se encuentran principalmente en el sur provincial, donde tiene su epicentro la cuenca lechera.
“Las razones son variadas, pero se pueden destacar la suba de los costos, como el alimento balanceado y el grano, y la importación de leche de países vecinos. Sin embargo, el magro precio que reciben los tamberos (apenas 0,25 dólar por litro) hace casi inviable la producción, y allí ni siquiera pueden ser rescatados por los programas provinciales de fomento. El ajuste y la inflación están mellando a las pobres vacas”, destacó el mismo sitio digital.
La Pampa ocupa un lugar destacado entre las principales productoras de leche del país, aunque sin alcanzar los niveles de Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe. Igualmente, desde hace años se encuentra entre las seis o siete primeras.
Por esa razón es que mañana los representantes de La Pampa estarán en la comitiva de jurisdicciones productoras con las entidades tamberas para organizar reclamos en contra del Gobierno Nacional.
Datos claves
La situación de la cuenca lechera pampeana no escapa a la crisis que está viviendo el sector, por la que se estima que ya cerraron, en el último año, entre 500 y 600 tambos a nivel nacional (un 4 o 5% del total, el doble que en los años anteriores). A continuación, cuatro datos clave para entender el tema:
- Consumo de leche: según datos oficiales de la Subsecretaría de Lechería del Ministerio de Agroindustria de la Nación, en 2016 los argentinos consumieron, en promedio, 40,1 litros de leche fluida (es decir, en estado líquido) por habitante. Esta cifra es la más baja desde los años 2002 y 2003 (cuando se consumieron 37,8 y 37,3 litros, respectivamente) y la caída del 9% con respecto a 2015 es la más fuerte desde 2002 (cuando cayó un 14% frente a 2001).
- Consumo de lácteos: al analizar el consumo de productos lácteos en general también se registró una fuerte caída: de 214 litros equivalentes per cápita en 2015 pasó a 201 litros en 2016, una caída del 9 por ciento. Igualmente, Eduardo Comerón, coordinador de investigación en Lechería del Instituto Nacional de Tecnología Aplicada (INTA), sostuvo que “todavía cumplimos sin problema el consumo lácteo recomendado” por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) cercano a los 150 litros de leche equivalente, aunque destacó que “el principal problema es que no todo el país está en el mismo nivel”.
- Producción: según el informe anual del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), la producción en 2016 arrojó una caída cercana al 10% respecto del año anterior, pero hubo meses en los que la producción llegó a caer interanualmente más del 20%, producto de las grandes lluvias ocurridas en la cuenca lechera central, principalmente en el otoño.
En cuanto a las exportaciones, el acumulado a marzo de 2017 arroja una cifra de casi 54.000 toneladas de productos lácteos (-23,1% que en 2016) y US$ 170 millones (-7,8% que en igual período de 2016).
- Precios: según datos de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el precio de la leche común entera aumentó entre marzo de 2016 y 2017 un 37% y el precio de la leche en polvo subió un 31%, mientras que para ese período los alimentos subieron un 26% y la inflación total interanual fue de 35 por ciento. La OCLA también aseguró que hubo un incremento significativo en el precio de la materia prima, lo que permitió “un incremento en la participación del productor en la distribución del valor final, como así también la reducción de márgenes de la cadena comercial y la menor participación industrial”. El Diario