Trabajadores de la empresa Alpargatas le enviarán en las próximas horas una nota al gobernador Carlos Verna para que “medie” ante los empresarios para evitar que se produzcan despidos o el eventual cierre de la planta. “Nuestra continuidad laboral está en sus manos”, dijeron en la nota.
La empresa, aduciendo baja de ventas y perjuicios por la apertura de las importaciones, quiere desprenderse de 100 trabajadores. Por eso abrió retiros voluntarios, a través de los cuales ya se fueron 30 operarios. Y podría instrumentar despidos si no logra llegar a esa cantidad.
Para frenar esos despidos y un eventual cierre de la fábrica, los trabajadores, a través de la Asociación Obrera Textil, enviará en las próximas horas una nota al gobernador Carlos Verna para que intervenga.
“Nuestra continuidad laboral está en sus manos”, dice el escrito y apela a las gestiones que pueda realizar el mandatario ante los directivos de la firma.
La planta tiene actualmente 200 empleados. Comenzó a funcionar en 1984. Fabrica zapatillas Topper. En su momento de esplendor supo tener más de mil empleados.
En 2016 había alrededor de 420 operarios, pero la combinación de baja de ventas y apertura indiscriminada de importaciones puso a la firma textil contra las cuerdas.
La nota textual es la siguiente:
“Los trabajadores de Alpargatas S.A.I.C. (ex Calzar) queremos llegar a Ud. mediante ta Asociación Obrera Textil, institución sindical que nos nuclea a fin de ponerle en conocimiento la difícil situación que afrontamos. Aprovechamos para hacer una breve reseña histórica de la empresa desde sus inicios en ta provincia.
Alpargatas arribó en el año 1984 bajo el nombre Calzar encuadrado en la apertura de la promoción industrial que promovía la libre industrialización/comerciaIización libre de gravámenes en el parque industrial, generando una importante fuente laboral para la región. Durante esta etapa la empresa demostró un estable y sostenido crecimiento permitiendo el acceso a muchos jóvenes ciudadanos que se iniciaban en la etapa laboral.
El mayor momento de apogeo fue en el año 1991, donde la capacidad productiva cobijaba a 1.300 trabajadores. Cumplidos diez años comenzaron a visualizarse en forma progresiva y sistemática los ajustes de las políticas establecidas en esos años de importaciones en forma brusca, sin estar preparados en el mercado interno y trayendo las crueles consecuencias que fueron de púbico conocimiento.
La crisis en nuestro país fue profundizándose y llegando al año 2002 nos encontramos con la presentación de quiebra de la empresa, quitando a la familia textil el sueño de la estabilidad laboral y lo que es aún peor la exclusión del sistema.
Se vivieron situaciones angustiantes, sin saber si en algún momento podíamos alcanzar el cobro de salarios debido a las suspensiones masivas y siendo asistidos en forma solidaria por el gobierno provincial de entonces con cajas alimentarias, pasando así de una situación floreciente, con proyectos familiares/personales, a una vida precaria e indigente.
Nos unió entonces la capacidad de resistencia (medidas de fuerza) y fue así que logramos luego de seis meses reincorporarnos a las tareas fabriles en los diversos sectores. En este corto lapso de dieciocho años pasamos de una empresa pujante a la decadencia total.
De los entonces 1.300 obreros quedamos 250. Fue ahí que culminado el concurso de acreedores, capitales brasileños adquirieron las acciones mayoritarias dándole continuidad hasta la fecha, con sobresaltos propios de la actividad industrial. aunque remontando progresivamente hasta llegar al año 2015 con 420 operarios estables y contratados.
Llegamos al año 2016 y nuevamente la política aperturista hace efecto expansivo hacia los textiles, comprometiendo de manera presurosa la continuidad (la apertura incontrolada de las importaciones provoca una desleal y arrasadora/destructiva) y el sostenimiento de los puestos de trabajo. Comienzan las suspensiones, rescisiones de contratos anticipados y en forma alternada retiros voluntarios (despidos encubiertos).
Hoy nos encontramos con una realidad fuertemente adversa. En estos días muchos compañeros han debido hacer uso del retiro voluntario (treinta) y totalmente desprovistos de oportunidades ya que se sabe -a voces- que en el transcurso de la semana podrían producirse despidos masivos. Quienes formamos parte de la familia textil contamos con una antigüedad de entre cinco y más de treinta años, siendo todos, sostén de familia.
Llegamos a esta instancia sintiéndonos acorralados por las políticas nacionales y en la desesperación de no saber que será el día siguiente Es por eso Sr. Gobernador que recurrimos a Ud. a fin de que analice/considere se ponga en de cada uno de nosotros y piense opción de mediar para evitar que ocurra lo antes expuesto.
Consideramos que nuestra continuidad laboral está en sus manos y confiamos plenamente en su capacidad humana y honestidad política-social que siempre lo ha caracterizado”.